La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, y los diputados de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo (Comagri) se han reunido en Sevilla con miembros de las Organizaciones Profesionales Agrarias (Asaja, COAG y UPA) y de Cooperativas Agro-alimentarias para analizar el agro andaluz.
Compromiso para trasladar la realidad del agro andaluz a las instituciones europeas
La consejera ha destacado la importancia de este encuentro con estas entidades, que son los interlocutores con los que la Consejería colabora periódicamente para intercambiar puntos de vista sobre las fortalezas y debilidades del sector y poder trabajar juntos para dar respuesta a sus demandas.
Durante el encuentro la consejera ha agradecido a los europarlamentarios el compromiso expresado por el presidente de la Comagri, Czeslaw Siekierski, de trasladar la realidad del agro andaluz a las instituciones europeas. Siekierski ha manifestado que «las impresiones de esta visita son muy buenas, hemos conocido los puntos fuertes y menos fuertes de la agricultura andaluza y eso nos lo llevamos para Bruselas».
Según el europarlamentario, «los problemas que nos han planteado aquí necesitan del apoyo de las instituciones europeas para buscar soluciones y vamos a hacer todo lo posible para que la Comisión Europea tenga en cuenta estas demandas, que sabemos que son importantes para la agricultura andaluza y para mantener el ecosistema que tienen aquí».
En este sentido, se ha pronunciado también la consejera, que ha valorado la visita como «muy productiva, ya que gracias a ella ahora nos conocen y comprenden un poquito más y esto nos ayudará en el futuro a plantear las necesidades del sector agrario andaluz, que dependen mucho de la política comunitaria».
La representante del Gobierno andaluz ha informado de que la Consejería va a elaborar un informe por escrito con todos los planteamientos que se han hecho desde Andalucía a los eurodiputados durante su visita “por si ellos tienen a bien valorarlo e incluirlo en sus propios informes».
Durante el encuentro se han abordado, entre otras cuestiones, la situación actual de los mercados, la necesidad de incrementar los precios de retirada; así como la conveniencia de impulsar y proteger cultivos estratégicos, como el olivar, o sistemas singulares como la dehesa y el monte mediterráneo.
Tras la reunión con las organizaciones agrarias profesionales y Cooperativas Agro-alimentarias, el secretario general de Agricultura y Alimentación, Rafael Peral, ha acompañado a los diputados de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo a la Hacienda Guzmán (La Rinconada, Sevilla), una antigua fábrica de aceite de oliva donde hoy se ubica la sede de la Fundación Juan Ramón Guillén. En esta instalación, que reúne a más de 150 variedades de olivo, los eurodiputados han podido conocer mejor el el cultivo andaluz “más emblemático”, como ha destacado Peral.
Rafael Peral ha recordado a los diputados algunas de las peticiones de Andalucía relativas a la aceituna de mesa, entre las que se encuentra la necesidad de incluir este producto en la lista de los que pueden acogerse a ayudas asociadas de la Política Agrícola Común (PAC), y que se contemple su almacenamiento privado.
El secretario general ha comentado a los miembros de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural que el olivar, junto a la dehesa, son los dos modelos que caracterizan a Andalucía, tanto por su importancia económica y social como ambiental. Por este motivo, ha explicado, “se les ha querido proteger y fomentar con dos leyes expresamente promulgadas para cada uno de ellos” y sendos planes directores con medidas específicas enmarcadas en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía (PDR).
Asimismo, el secretario general de Agricultura y Alimentación ha lamentado que las dificultades del olivar “son más acusadas” en las zonas donde no es fácil mecanizar la recolección o donde los rendimientos son menores debido a las condiciones climáticas, como es el caso del olivar de montaña, para el que Andalucía reivindica una ayuda asociada.
En Andalucía, más de un tercio del olivar se encuentra en zonas de pendiente y con baja producción, por lo que tienen dificultades de rentabilidad y corren riego de abandono, algo que, entre otras consecuencias, implica el riesgo de erosión del terreno. “Es evidente que los agricultores tienen que mirar más al mercado y menos a las ayudas, pero para ello es necesario contar con mecanismos de gestión de mercados ágiles y eficaces, con precios de referencia actualizados”, ha insistido Peral.