La organización rural UPA ha pedido al Gobierno que escuche el clamor de los agricultores y ganaderos españoles y se posicione en contra de tratados como el TTIP y el CETA, que en su opinión sólo traerían perjuicios para el sector primario. Representantes del mundo rural han participado en la concentración contra estos tratados de libre comercio que ha tenido lugar en Madrid.
Concentración de UPA para pedir que el Gobierno rechace el TTIP
Las puertas de la sede de las instituciones europeas en Madrid ha sido el lugar elegido para mostrar el rechazo a la forma y el fondo de estos tratados, que “sólo buscan beneficiar a las grandes multinacionales, despreciando los efectos que tendrían sobre la economía real y productiva”.
“La agricultura, la ganadería y la alimentación están siendo protagonistas de los debates sobre estos acuerdos, y la importancia de nuestro sector en España es enorme”, ha explicado el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, durante la concentración.
Desde UPA han exigido a la ministra de Agricultura en funciones, Isabel García Tejerina, que “haga valer el peso del campo” en el Gobierno y consiga una postura de rechazo al TTIP que “es unánime en los sectores agrícolas y ganaderos de nuestro país”.
Precisamente los agricultores han recordado a Tejerina, que se ha reunido con el embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours, que debe mostrar firmeza en el rechazo a los ataques a camiones con productos españoles en el país galo. También le han demandado que exija a las multinacionales de la distribución de capital francés un cambio de actitud para proteger a los agricultores y ganaderos españoles “tal y como ya hacen con los franceses”.
UPA ha criticado que mientras Francia y Alemania ya se han mostrado en contra de estas negociaciones, nuestro país sigue apoyando explícitamente al TTIP, como quedó reflejado en una carta de apoyo a las negociaciones enviada la semana pasada, entre otros, por España, junto a otros once Estados como Italia, Suecia o Portugal.
Los agricultores y ganaderos están “seguros” de que el modelo de producción de alimentos de Europa, basado en la sostenibilidad y en la agricultura familiar, estaría en peligro de prosperar estos acuerdos, por lo que han vuelto a reclamar el fin de estas negociaciones y la protección de un sector que genera riqueza y empleo, protege el medio ambiente y proporciona alimentos a millones de ciudadanos.