El Consejo Rector de Cooperativas Agro-alimentarias de España, como máximo órgano representativo, ve favorable la negociación abierta entre la UE y los EE.UU. para alcanzar un acuerdo de libre comercio, también conocido como TTIP.
Cooperativas estima que el TTIP es una muy buena oportunidad para los productos mediterráneos
Para el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Angel Villafranca: ‘Un acuerdo de libre comercio equilibrado entre ambas partes supondría una gran oportunidad para nuestros productos mediterráneos. España es líder mundial en muchos de estos productos y está creciendo en presencia en los mercados internacionales’.
Los acuerdos de libre comercio no deberían ser juzgados a priori. El mercado de los EE.UU., tras la UE, es el primer destino de los productos españoles de alto valor añadido y gozan de muy buena reputación, y España es el segundo destino turístico elegido por los estadounidenses. En 2014 España consiguió por primera vez en su historia un saldo positivo en la balanza comercial con EE.UU. de 332 M€. Los productos agroalimentarios españoles están muy presentes en los EE.UU., pero soportan grandes obstáculos al comercio en forma de barreras técnicas y burocráticas.
Cooperativas Agro-alimentarias de España cree que un acuerdo de libre comercio equilibrado y ambicioso supondría fortalecer la competitividad de los productos españoles y la posibilidad de aumentar su cuota de mercado, lo que supondrá un crecimiento económico y mejora de la renta de nuestros agricultores, ganaderos y una mayor consolidación y crecimiento de sus cooperativas, en su mayoría Micropymes y PYMES emplazadas en zonas rurales, donde la actividad productiva y agroalimentaria es clave para su desarrollo y sostenibilidad económica y social.
Sin embargo, para Cooperativas Agro-alimentarias de España el posible acuerdo debe respetar determinadas líneas rojas que ha acordado el Parlamento Europeo. Es necesario contar con determinadas excepciones para proteger determinados productos sensibles, que ambos bloques respeten sus opciones sobre sus modelos productivos, que se proteja el sistema de Indicaciones Geográficas de la UE y, muy importante con órganos de arbitraje objetivos, ágiles, independientes y transparentes que ofrezcan las máximas garantías.