Cooperativas Agro-alimentarias de España valora de forma positiva el acuerdo del trílogo (Parlamento Europeo, Consejo UE y CE), que permitirá a los Estados miembros productores de aceite de oliva establecer normas de comercialización obligatorias para regular la oferta, a fin de mejorar y estabilizar el funcionamiento del mercado.
Cooperativas valora la posibilidad de una norma de comercialización obligatoria para regular la oferta de aceite de oliva en 2020/21
Se trata de una reivindicación recurrente, añade Cooperativas, puesto que por fin verá la luz en un corto periodo de tiempo, de cara a la próxima campaña oleícola 2020/21, que se inicia el próximo 1 de octubre.
El acuerdo político provisional alcanzado el martes 30 de junio sobre el reglamento de disposiciones transitorias de la PAC, incluye un nuevo artículo en la OCM de los productos agrarios, concretamente el 167 bis, que hace referencia al aceite de oliva.
No obstante, la aprobación definitiva del Reglamento queda ahora pendiente del acuerdo sobre los fondos de la PAC, a su vez dependientes de las negociaciones en el nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) para el septenio 2021-2027.
Según Cooperativas, una vez entre en vigor el acuerdo sobre el periodo de transición de la PAC para 2021 y 2022, el Gobierno podrá establecer normas concretas de comercialización que permitan regular la oferta.
En este sentido, Cooperativas quiere trasladar al Ministerio de Agricultura su total disposición a colaborar, de cara a que la nueva norma de comercialización pueda ser puesta en marcha, en caso necesario, antes del comienzo de la próxima campaña 2020/21.
Sin duda, añade esta organización asociativa, la noticia del acuerdo político supone un gran hito, ya que jugará un papel determinante para garantizar la rentabilidad del sector oleícola, que vive una de las peores crisis de precios de su historia.
Cooperativas Agro-alimentarias de España trasladó su agradecimiento al MAPA y a los europarlamentarios españoles por su extraordinario trabajo, no exento de dificultades, para que el sector oleícola pueda disponer de una vez por todas de mecanismos de adaptación de la oferta y de la demanda, que sean eficaces y logren una mayor estabilidad del aceite de oliva en los mercados.