La Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos (USTR, en sus siglas en ingles) anunció su intención de imponer aranceles por valor de 2.400 millones de dólares de hasta el 100% del valor de ciertos productos franceses, como respuesta a la imposición de una tasa del 3% por parte del Ejecutivo de Emmanuel Macron sobre los ingresos digitales de las grandes tecnológicas, como Google, Apple, Facebook y Amazon (GAFA) en suelo francés.
¿Cuáles son los productos franceses a los que Trump quiere imponer aranceles del 100% por la «tasa Google»?
El objetivo del gravamen francés es obligar a las grandes empresas tecnológicas o digitales a pagar impuestos por los beneficios que obtienen en ese país, y afecta a unas 30 compañías multinacionales (no solo norteamericanas, sino también chinas, británicas y alemanas) ,cuyos ingresos a nivel mundial son superiores a los 750 millones de euros.
Hay que recordar que el Gobierno español se plantea también un gravamen de la misma índole y que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que integra a los países más desarrollados del mundo, viene trabajando en ese mismo sentido para crear un gravamen «mundial» para que las grandes tecnológicas paguen sus impuestos allí, en el país donde los consumidores demandan sus servicios.
Precisamente, en declaraciones a la agencia EFE, el secretario general de este organismo, Ángel Gurría, afirmó «yo espero que (la nueva amenaza de Trump) sea un especie de recordatorio y que nos sirva para apurarnos más. En la OCDE ya nos estamos apurando mucho, pero que el resto de los países acelere, porque si tenemos un esquema y un paquete global, esto evitará tensiones como ésta.»
Gurría recalcó desde la sede de este organismo en París, que «la OCDE trabaja intensamente en el proceso de imposición de una tasa sobre los ingresos de los servicios digitales de grandes tecnológica y esperamos que en enero tener los elementos y que en junio podamos contar con una claridad mayor sobre la puesta en marcha de las medidas.»
Entre las 63 categorías de producto del listado se incluyen productos alimentarios como una gran variedad de quesos, yogures, y vinos espumosos, que habían quedado fuera de la lista de las retorsiones comerciales del 25% «ad valoren» por las sanciones en el contencioso de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en el caso Airbus.
De los 2400 millones de dólares con que se valoran los aranceles propuestos a productos franceses, unos 850 millones (35,4%) del total corresponderían al sector agroalimentario y, de estos, casi 700 millones exportados de champagne.
Como en ocasiones anteriores, la Administración Trump impone sanciones a productos alimentarios que nada tienen que ver con el contencioso comercial de que se trata y que son totalmente ajenos al miso, como ya ha hecho con la subida del 25% de los aranceles de productos alimentarios del caso Airbus, o como hizo la Rusia de Putin por la anexión de Crimea.
Ver listado adjunto en [EN], páginas 10 y 12: Notice_of_Determination_and_Request_for_Comments_Concerning_Action_Pursuant_to_Section_301_Frances_Digital_Services_Tax (2)
Se confirma así el aviso que ya en julio dio a Francia el presidente de EE.UU., Donald Trump, cuando afirmó que actuaría si la investigación en marcha de la USTR determinaba que la «tasa Google» penalizaba a las empresas norteamericanas. En su primera fase de la investigación, el USTR constata que el gravamen a las multinacionales tecnológicas es «discriminatorio» e «incompatible con los principios vigentes en el ámbito de la política fiscal internacional», considerándolo también «inusualmente oneroso».
Ahora se abre una fase de consultas, hasta el próximo 6 de enero de 2020, en el que las partes podrán realizar comentarios o alegaciones, antes de que se pueda establecer el arancel definitivo.
El embajador, Robert Lighthizer, considera que la decisión adoptada es un aviso y una señal clara de que Estados Unidos tomará medidas de represalia contra cualquier régimen fiscal que discrimine o imponga cargas indebidas a las empresas estadounidenses, y ya se contemplan investigaciones en el mismo sentido contra otros países, como Austria, Italia y Turquía.
Lighthizer justica el incremento arancelario, aplicado a través de la Trade Act, como una necesidad para contrarrestar el daño a las empresas estadounidenses, así como por el «creciente proteccionismo de los países de la Unión Europea.
Por su parte, el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, calificó de inaceptable la decisión de EE.UU y afirmó que, tras mantener una conversación con la Comisión Europea, la UE responderá con contundencia ante cualquier sanción a Francia o a alguno de sus miembros.
En el mismo sentido se pronunció el portavoz de la CE, Daniel Rosario, quien afirmó que esta institución y las autoridades galas coordinan los pasos a dar para responder a EE.UU., tras el citado anuncio del USTR, y que actuará y reaccionará de forma unitaria como un todo.
No obstante, el portavoz comunitario no quiso anticipar si la UE adoptará represalias en caso de que EE.UU. llegue a imponer efectivamente un incremento de los aranceles, porque, recalcó, el anuncio no supone que esa subida se aplique de forma inmediata, sino que abre varias vías posibles para materializar esa acción.
La UE considera que la situación debe resolverse en la Organización Mundial de Comercio (OMC), aunque antes buscará negociaciones inmediatas para que las partes lo solucionen de forma amistosa, a fin de evitar recurrir a un procedimiento de resolución de disputas en el seno de la organización multilateral de comercio.