La organización agraria Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha denunciado que solo hasta el mes de julio según datos oficiales, se habían producido ya casi tantas intercepciones -151- de cítricos infestados de plagas como todas las del pasado año -154-.
Denuncian que ya se han interceptado en frontera más partidas de cítricos infestados que en todo 2019
Unión de Uniones, considera que se trata de un argumento más a favor de la necesidad de asegurar el respeto al principio de reciprocidad en los intercambios comerciales, así como de reforzar los controles y dirigir las entradas a través de aquellos pasos fronterizos con mayor experiencia y especialización; algo que la organización viene reivindicando en reiteradas ocasiones.
En las partidas con infestaciones que se han localizado, destaca el caso de Argentina que acapara el 91%, país que lleva durante este año un total de 117 interceptaciones, 78 en este pasado julio cuando en el mismo mes del año pasado no tuvo ninguna. Todas las de 2019, que fueron 21, se dieron fundamentalmente en agosto y septiembre y en menor medida en octubre.
En este sentido, la organización señala que julio es el mes de este año con más envíos rechazados, un total de 86, lo que supone el 57% de todo 2020. Las plagas con más rechazos son la Mancha Negra o la Cancrosis, cuya invasión, afortunadamente, se ha logrado evitar hasta el momento en la citricultura de la Unión Europea.
Unión de Uniones critica esta situación que podría darse prácticamente a todos los sectores con importaciones procedentes de terceros países. “Los cítricos son solo otro ejemplo de que el principio de reciprocidad no se respeta tampoco en cuanto a los protocolos de sanidad vegetal” critican. “Las mismas normas súper estrictas que nos exigen para las producciones europeas, son las que debe cumplir todo lo que venga de fuera”, añaden.
Unión de Uniones manifestó su desacuerdo con la ratificación del acuerdo UE–Mercosur. “Que un 84% de las plagas detectadas vengan de países del Mercosur es otra razón para rechazar este acuerdo”, señalan, recordando, además, que estudios encargados por la propia Comisión apuntan los perjuicios derivados para las producciones europeas y para España que se derivarían del tratado.
Unión de Uniones ve necesario que antes de suscribir la firma definitiva de cualquier acuerdo comercial habría que auditar a los países que no puedan garantizar la sanidad de sus productos, analizar los efectos para los agricultores europeos en todas sus vertientes, así como establecer mecanismos más estrictos de control en frontera y prohibir la entrada de cualquier producto que no haya sido producido bajo la misma normativa que exige la Unión Europea a las producciones propias.
COAG RECLAMA MEDIDAS EFICACES
Por su parte, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) reclama la activación por parte de la Unión Europea de medidas adicionales y eficaces en las importaciones de cítricos, ya que las actuales se muestran insuficientes para contener la entrada de plagas y los posibles daños sobre el futuro de nuestras producciones citrícolas. COAG muestra su más absoluta indignación y rechazo por la situación de las importaciones de cítricos contaminados en la UE procedentes de países terceros.
Es especialmente preocupante la operativa que tiene lugar en el sector del limón y las importaciones desde países como Argentina, que acumula casi 60 interceptaciones de plagas de cuarentena, muy por encima de los datos de años anteriores. Este país se autoimpuso la prohibición de exportar cítricos al mercado europeo a partir del 1 de julio, tras las citadas interceptaciones y reconociendo el serio problema que afrontan, y es ahora paradójicamente cuando la UE se plantea prohibir las importaciones de este país para esta campaña. Ayer tuvo lugar un debate al respecto en el seno del Comité Permanente de Sanidad Vegetal de la UE.
Pedro Gomáriz, responsable estatal de cítricos de COAG critica esta tardanza en reaccionar y “reclamamos al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que se extremen las medidas de vigilancia y control en nuestros puertos, así como la coordinación a nivel europeo para evitar la importación de plagas que acaben con nuestros cultivos”.
Según esta organización agraria, las empresas importadoras además están introduciendo producto por otros puertos europeos, no españoles, con inspectores con menor experiencia, interés o preocupación por las consecuencias de la entrada de una plaga para los cultivos, aunque en muchas ocasiones el producto acaba siendo manipulado en almacenes de las propias zonas de producción en España, por empresas españolas, supuestas defensoras de nuestra citricultura.
