La Organización Interprofesional Láctea (INLAC) se suma hoy a la conmemoración del Día Internacional del Queso, recordando que España es uno de los grandes productores europeos al acoger en su territorio unas 150 variedades y más de 32 figuras de calidad diferenciada, entre denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas.
La interprofesional INLAC se suma al Día Internacional del Queso
De cabra, oveja, vaca o “mezcla”; frescos, madurados, con moho o fundidos…. La tipología es muy extensa, gracias a la diversidad orográfica y climatológica, factores que han condicionado el asentamiento de diferentes razas de ganado.
“En el sector quesero español se conjugan los métodos tradicionales con las tecnologías más avanzadas y la investigación. En todos los casos se cumplen las más exigentes normas de seguridad alimentaria, trazabilidad y calidad, tanto en las materias primas como en los procesos de transformación”, destacan desde INLAC, que entre sus líneas de trabajo ha impulsado el programa “Es Queso” para comunicar la calidad y la variedad del producto, conscientes del enorme potencial que existe para impulsar la comercialización nacional e internacional del producto y, con ello, añadir valor añadido y rentabilidad a toda la cadena de valor, desde los ganaderos hasta la industria.
Actualmente, la producción anual supera ampliamente las 450.000 toneladas de este alimento que forma parte de la cesta de la compra del 89% de los hogares españoles, que consumen alrededor de 7,8 kilos de media al año, lejos aún de los 17,3 de la Unión Europea.
Por otra parte, España está ganando protagonismo, en los últimos años, como una potencia exportadora de quesos a destinos como Francia –un gran productor de quesos también–, Italia, Portugal, EE.UU., Alemania, Reino Unido o Países Bajos, aunque las oportunidades de crecimiento, a juicio del sector, son todavía enormes, tanto en la UE como a destinos extracomunitarios.
Tal y como recuerdan desde INLAC, el queso es un alimento con un gran valor nutricional que contiene de forma concentrada la mayoría de los nutrientes de la leche y aporta proteínas de alta calidad con un elevado contenido de aminoácidos esenciales, minerales como el calcio, el fósforo y el magnesio así como vitaminas A, B12, riboflavina y niacina.