El Grupo de distribución minorista DIA ha negado rotundamente las acusaciones de adulteración o manipulación de la calidad del aceite de oliva con otros aceites de semillas y de estar realizando venta “a pérdidas”, como denunció la organización agraria COAG.
DIA niega venta de aceite de oliva “a pérdidas” o fraude en su calidad
La compañía recuerda que “mantiene procesos constantes de análisis de la calidad de todos los productos que comercializa y el aceite de oliva, por supuesto, no es ninguna excepción y todos los test realizados reflejan la calidad del mismo”.
Este grupo asegura también que “no está realizando venta a pérdidas”, como así ha sido denunciado, y que “respeta siempre la legislación vigente”. En este sentido, recuerda que lo que se denomina como “venta a pérdida” es la diferencia entre el precio en factura y el PVP final al consumidor.
Este factor y su conocimiento y clarificación resulta clave para diferenciar lo que es una “venta a pérdida” de una campaña puntual o coyuntural de promoción. Se entiende que si la empresa proveedora de ese aceite de oliva (según fuentes del sector, podría ser Aceites Toledo, proveedor de la MDD de DIA) se sumó a tal campaña de promoción y así lo reflejó en su factura de venta del aceite de oliva, con un precio más bajo que el de coste de producción, es que no existe tal “venta a pérdida”.
Eso es lo que tendrán que investigar los inspectores de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) sobre la base del plan de inspección que tiene en marcha en el aceite de oliva envasado, al margen de la presunta existencia o no de manipulación de la calidad del producto, con otros aceites de semillas, que corre a cargo de otros departamentos del Ministerio de Agricultura e incluso posiblemente de la Aecosan del Ministerio de Sanidad, Seguridad Social e Igualdad.
DIA señala en su nota a los medios que la denominada “Quincena de los ¡Preciazos!, que es la que ha creado la actual polémica, es una campaña promocional del aceite de oliva, entre otros productos alimentarios y no alimentarios, puesta en marcha entre los días 9 a 21 de junio, que “lleva preparándose durante meses y cuyo objetivo es ofrecer siempre a los clientes la mejor calidad y el mejor precio”.
Esta empresa concluye asegurando que “se muestra tranquila y seguirá apostando por una política comercial que ofrezca a sus clientes los mejores productos a los mejores precios”.
Lo que parece fuera de toda duda es que este episodio no contribuye a la buena imagen del aceite de oliva como un producto de calidad, al banalizar su venta por debajo de unos costes de producción de 2,6 €/litro, tanto en el mercado interior, como tampoco el exterior.