Según la Actualización de la Memoria de Sostenibilidad del Papel editada por la patronal del papel, Aspapel, en 2021, las diez fábricas de celulosa españolas utilizaron como materia prima 5.451.400 m3 de madera para producir 1.777.000 toneladas de pastas papeleras. El consumo total de madera para papel se incrementó en 2021 un 2,2% con respecto al ejercicio anterior. Las plantaciones forestales para papel suponen 5.074 empleos directos y 15.882 empleos indirectos en la España vaciada.
Con la circularidad y descarbonización como ejes de actuación medioambientales de la industria de la celulosa y el papel en España, destacan logros y oportunidades como el hecho de que las fábricas papeleras reciclan el 78% del papel que consumimos, como la promoción de la gestión forestal sostenible y su certificación, con el resultado de que el 65% del papel puesto en el mercado está certificado, o el haber logrado desacoplar las emisiones de CO2 de la producción, reduciéndolas un 21% en la última década y haber reducido el uso total de agua en el proceso de fabricación a menos de la mitad desde 1990.
“La industria papelera española, con 10 fábricas de celulosa y 69 de papel, produce todas las grandes variedades de papeles —explica Elisabet Alier, presidenta de Aspapel— con materias primas renovables, reciclables y locales. El 95% de la madera y el 69% del papel usado para reciclar que empleamos es de procedencia local. Transformando estas materias primas locales creamos riqueza en nuestro país y contribuimos a la soberanía industrial, que tan importante ha demostrado ser durante la pandemia. Con las plantaciones de madera para papel, creamos empleo y riqueza en la España vacía”.
Se trata de madera de especies de crecimiento rápido (eucalipto y pino) cultivada con esta finalidad en plantaciones, que se están continuamente regenerando y replantando y que de otro modo no existirían. La madera que utiliza como materia prima el sector papelero en España procede en un 95% de estas plantaciones locales de pino y eucalipto (y el restante 5% procede de plantaciones de otros países europeos limítrofes). En un alto y creciente porcentaje (58%), se trata además de madera con certificación de gestión forestal sostenible (FSC y/o PEFC).
Tras su uso, los productos papeleros se recogen para su reciclaje a través de dos vías: la recogida selectiva municipal (contenedor azul, puerta a puerta comercial y puntos limpios) y la recogida que realizan operadores privados en grandes superficies de distribución, industrias, imprentas…
Por estos dos canales, en 2021 se han recogido 4.403.200 toneladas de papel y cartón para reciclar, un volumen ligeramente por encima del de 2020 (0,4%) y ya en línea con el volumen de recogida prepandemia.
Las fábricas papeleras españolas han reciclado 5.354.800 toneladas de papel usado en 2021, con un incremento del 4,4% con respecto al ejercicio anterior. España es el segundo país más reciclador de la UE en volumen, superado solo por Alemania y prácticamente empatado con Italia.
Asimismo, en 2021 según Aspapel, el uso total de agua en las fábricas españolas de celulosa y papel fue de 110 millones de m3 anuales, lo que supone la mitad de agua que en 1990, pese a que la producción se ha incrementado más un 60% desde entonces.
Es importante señalar que en el proceso papelero, utilización y consumo de agua son conceptos diferentes: del total de agua que se emplea en el proceso, solo se consume realmente una pequeña parte que se evapora o se incorpora al producto final. Y el resto se devuelve depurada.
Así, de esos 110 millones de m3 de agua, utilizados por la industria papelera española en 2021 sólo se consumió en realidad un 15%. El 85% restante (93 millones de m3) se devolvió depurada al medio receptor (ríos o lagos, mar, colectores municipales, estuarios…), después de reutilizarse internamente el máximo número de veces posible.
En el ámbito de la descarbonización, las medidas de eficiencia energética, el uso de biomasa como combustible y la cogeneración son los tres pilares de la estrategia del sector en España en cuanto a reducción de emisiones. Con esta estrategia, las emisiones totales de CO2 se han reducido un 21% con respecto a 2012 y las de SOx y NOx en un 83% y un 40% respectivamente.
El sector papelero es hoy el mayor productor y consumidor industrial de biomasa en nuestro país. Actualmente la biomasa supone el 37% del total de combustibles empleados por el sector.