Durante 2022, el mercado de maquinaria agrícola debería mantener buenos niveles, debido también los incentivos fiscales y ayudas a la financiación. Sin embargo, es probable que el coste de las materias primas y la energía frene la producción y aumente sustancialmente el precio de la maquinaria.
El coste de las materias primas y la energía podría disparar el precio de la maquinaria agrícola
Según explicó ayer Alessandro Malavolti, presidente de la asociación italiana de fabricantes de maquinaria agrícola, FederUnacoma, en la rueda de prensa celebrada en el marco de Fieragricola, el mercado de maquinaria y equipos agrícolas puede aprovechar los incentivos públicos (múltiples y acumulativos) y esto debería alentar la inversión de las empresas líderes.
Este año estarán disponibles en Italia los incentivos para la agricultura 4.0, las ayudas de los PDRs, la Ley Sabatini (para la financiación bancaria de bienes de capital), el plan ISI-Inail (para la compra de vehículos con altos estándares de seguridad) y el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia. Sin embargo, los costes de producción industrial, tanto de los materiales como de la energía, están aumentando dramáticamente lo que podría comprometer la producción e incrementar el precio de la maquinaria agrícola.
Los precios de las materias primas registraron su mayor incremento en los últimos veinticinco años el pasado mes de mayo (+114%) y luego retrocedieron levemente, aunque los precios siguen siendo muy altos. En el período abril 2020-diciembre 2021, el precio del cobre ha aumentado un 89%, un 85% el del aluminio y un 38% el hierro.
Con respecto al suministro de energía, el índice de precios ya estaba creciendo con fuerza antes de la guerra en Ucrania: en diciembre de 2021 se produjo un incremento del +1.050% en comparación con abril de 2020. En términos individuales, el gas natural creció de abril de 2020 a diciembre de 2021 en un 1.692% (y amenaza con subir aún más sustancialmente a raíz de la crisis con Rusia), mientras que el barril de Brent aumentó un 218% y el carbón un 152%.
«Nunca antes había sido tan evidente como ahora –explicó Malavolti– que la economía, aún en una era de globalización de mercados y suministros, depende de la ubicación geográfica de los recursos y de la configuración de las rutas comerciales. En el panorama actual, cabe señalar que la producción de materias primas está gestionada por unos pocos países proveedores: la Unión Europea tiene que importar del China el 98% de las «tierras raras», el 87% del litio de Australia, el 71% del platino de Latinoamérica», apuntaba Malavolti
«En general, China es ahora el principal proveedor de materias primas críticas de la Unión Europea, mientras que el problema del suministro de gas, que depende en gran medida de Rusia, ha surgido con toda su gravedad en los últimos días. Es una situación que pesa sobre todos los sectores industrialespero que amenaza particularmente a la industria de la ingeniería mecánica, que utiliza de forma preeminente materiales ferrosos y polímeros», concluía.