FITAG UGT reclama un mayor esfuerzo en prevención para evitar incendios y plagas en los montes
Las previsiones meteorológicas para esta primavera apuntan a que será una estación seca y con temperaturas por encima de lo habitual, por ello desde la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT se emplaza a las administraciones de las comunidades autónomas a incrementar esfuerzos en trabajos silvícolas para evitar que la inminente campaña de incendios alcance dimensiones indeseadas.
La sequía no sólo supone un grave riesgo para la propagación de incendios, sino que también provoca enfermedades en la vegetación y propicia la proliferación de plagas que a su vez contribuyen a secar los árboles, convirtiéndolos en combustible para posibles futuros incendios. Asimismo, los materiales forestales procedentes de incendios de campañas anteriores que no han sido recogidos y limpiados de los montes y bosques, favorecen la aparición de plagas y enfermedades, cerrando así un círculo vicioso.
A estas alturas de año, plagas como la del Tomicus ya han provocado importantes daños en la Comunidad Valenciana, favorecida por la climatología seca que ha caracterizado el pasado invierno. Para hacerle frente, los expertos aconsejan la tala y extracción del monte de los árboles infectados antes de que los insectos alcancen su forma adulta y las consecuencias sean mucho mayores, pues dejarían tras de sí multitud de árboles muertos que en caso de incendio colaborarían al rápido avance de las llamas.
La mayoría de las comunidades autónomas carece de personal para detectar este tipo de plagas y luchar contra ellas. A este problema se suma la escasa inversión en tareas de prevención de incendios, tales como el desbroce, la poda, el clareo y retirada de restos de materias forestales.
Todos estos elementos, junto con las previsiones de una primavera seca y calurosa, hacen prever una difícil campaña de incendios para este año. Por ello desde FITAG UGT se reclama que se activen mecanismos urgentes que permitan desarrollar este tipo de trabajos y evitar daños mayores durante el periodo estival. Su activación además supondría un fuerte empuje a la creación de empleo en el medio rural y a la fijación de población en este ámbito.
