InLaC pide al próximo Gobierno un plan global de fomento del consumo de leche y lácteos en España
La Interprofesional Láctea InLac presentó este 20-S el informe socioeconómico El Sector Lácteo en España: datos de industria, producción y consumo 2008–2015 en el que recoge las principales magnitudes de un sector agroalimentario estratégico tanto por la producción ganadera bovina, ovina y caprina como por la industria láctea española.
En el informe se dedica especial atención a los efectos provocados por la liberalización del sector en la UE desde el 1 de abril de 2015 con fuertes desequilibrios en los volúmenes de producción láctea y bajadas en los precios de la leche en toda Europa.
En una situación especialmente agravada por el descenso en el consumo de leche y lácteos en España, Inlac ha pedido al próximo Gobierno un plan global que fomente en España el consumo de leche y productos lácteos como parte de una dieta equilibrada y saludable.
El sector lácteo español, conformado por la producción ganadera y la industria láctea, contribuye con 11.820 millones de euros al año a la economía española y da empleo a cerca de 80.000 personas, además de favorecer una importante actividad económica en varios sectores, entre ellos el logístico.
El sector ganadero representa el 6% de la producción agraria española y el 13% de la renta agraria. De todos los subsectores ganaderos, el lácteo es el segundo en importancia por detrás del porcino. La industria láctea, por su parte, genera 8.640 millones de euros al año, lo que supone un 1,8% de la producción industrial nacional, y el 9,2% del sector alimentario.
Del total de leche producida en 2015[1], el 89% es de vaca (6.793.284 toneladas), el 6% de oveja (441.000 toneladas) y el 5% de cabra (418.000 toneladas). En la Europa de los 28, la producción láctea ovina y caprina española copa los primeros lugares: España es el primer productor de leche de oveja (representa un 17% del total) y el segundo de cabra (22%). En leche de vaca se sitúa en la séptima posición (4% de la producción total europea).
La Cornisa Cantábrica produce el 53% de la leche de vaca en España y concentra casi el 80% de los ganaderos. La producción de leche de oveja se localiza fundamentalmente en Castilla y León (64,4%), seguida de Castilla-La Mancha, (26,5%), y la de cabra, en Andalucía, con un 42,6% de la producción, también seguida por Castilla-La Mancha, con algo más del 19%.
Bajada de precios
El informe refleja que la producción de leche de vaca ha seguido una tendencia ascendente en España desde 2009 y en todos los países europeos, especialmente desde el 1 de abril de 2015, con la liberalización del sector en toda la UE y la desaparición de las cuotas lácteas.
Los efectos inmediatos han sido un importante desequilibrio en los volúmenes de producción (Irlanda aumenta un 13% su producción, Países Bajos, un 7%, Dinamarca, un 3%, España, un 2%) y fuertes bajadas en los precios. Un fenómeno agravado por la desaceleración de la economía china, con una menor demanda de productos lácteos de la esperada, y el veto ruso a los productos de la Unión Europea. La bajada media del precio de la leche de vaca en 2015 en Europa ha sido del 17,4%, porcentaje que en España ha sido menor, un 14,6%.
Al igual que ocurre en Europa, el impacto de la crisis en los precios de la leche de vaca no ha sido el mismo en todas las comunidades autónomas. En 2015 el precio medio fue de 0,31 euros por litro. Las comunidades con un precio más alto han sido las Islas Canarias, (0,45€ litro) y Andalucía (0,35), y las más bajas, Galicia (0,29€ litro) y Cantabria (0,30€ litro).
600 industrias lácteas
La industria láctea española produce cada año 7,3 millones de toneladas de productos lácteos (valor medio de los últimos 6 años) con un incremento de más de un 14% en este periodo. En 2015 existían contabilizadas 1.557 empresas con actividad, de las cuales 600 pueden considerarse industrias propiamente dichas, y entre 70 y 80 cuentan con una dimensión significativa.
Las CCAA con mayor número de industrias lácteas son Castilla y León, Andalucía, Castilla-La Mancha, y Cataluña, con un 10% aproximadamente del total cada una, seguidas del País Vasco y Canarias, con idéntico porcentaje (8,5%).
Mejora de la balanza comercial
La balanza comercial española de productos lácteos ha sido tradicionalmente deficitaria, aunque desde el año 2010 se aprecia una mejora continuada. Los datos de importaciones y exportaciones recogidos en el informe muestran que el déficit comercial se ha reducido en más de un 40% desde entonces, a medida que han ido creciendo las exportaciones y disminuyendo paulatinamente las importaciones.
En los últimos años, España ha importado menos leche fresca (-1,3%), menos queso (-0,6%) y menos yogures (-7.8%) y ha exportado más queso y nata, yogures y leche en polvo.
Continuo descenso del consumo de lácteos
En 2015 los hogares españoles consumieron 3.271 millones de litros de leche líquida, lo que representó un valor económico de 2.322 millones de euros. Estos datos suponen un descenso del 0,5% en el consumo y del 1,9% en cuanto a valor económico. El consumo de leche ha descendido un 4,3%, pasando de los 3.419 millones de litros de 2011 a los 3.271 de 2015. Por tipos de leche, la más consumida es la semi-desnatada, con una cuota de mercado del 45,3%; le sigue la leche desnatada, con el 28,5%, y la entera, con el 26,2%.
En 2015 los españoles consumimos 73,3 litros de leche per cápita, con grandes diferencias según las comunidades autónomas. Los castellano y leoneses llegan casi a consumir 95 litros por persona y año (94,77 litros) y los gallegos y asturianos casi 90 (89,7 litros), seguidos de navarros y riojanos, con más de 85 litros per cápita. Las comunidades que se sitúan por debajo de la media son Canarias, Baleares, Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia.
En cuanto a derivados lácteos, los hogares españoles consumieron el pasado año 1.597millones de kilos (35,79 kilos per cápita), que representan un aumento del 1% respecto a 2014. El valor económico fue de 5.633 millones de euros, un 0,6% más que el año anterior.
Durante el año 2015, los yogures y las leches fermentadas supusieron el 39% del total de consumo de derivados lácteos (27% del valor), seguido del queso, con casi el 20% del consumo (casi 45% del valor).
Según el presidente de InLaC, “aunque se está apreciando un ligero repunte en el consumo de derivados lácteos, el descenso del consumo de leche es inadmisible. No lo comparte ni lo entienden los nutricionistas, ni los pediatras, ni tampoco lo entendemos nosotros. En siete años estamos consumiendo cinco litros per cápita menos. Si en 2009 se consumían más de 78 litros de lechos por persona, en 2015 han sido poco más de 73 litros.
Para Artime, “un ritmo como este lleva a la debacle a cualquier sector, y nosotros vamos a centrar nuestros esfuerzos en pedir al Gobierno una postura contundente sobre los beneficios de los lácteos y su necesidad en una dieta sana y equilibrada”.