El grupo cooperativo Dcoop anunciaba el pasado 3 de noviembre en Washington un acuerdo con el principal grupo de empresas de venta de aceite de oliva en Estados Unidos, Pompeian, con el objetivo de liderar el mercado en este país. Para conocer los pormenores de este importante acuerdo para la internacionalización de la principal cooperativa productora oleícola de nuestro país, AgroNegocios ha entrevistado a su director general, Antonio Luque.
Antonio Luque: “La alianza con Pompeian permitirá mejorar el acceso de nuestro aceite de oliva al mercado norteamericano”
¿Cuáles son los objetivos económicos a corto, medio y largo plazo de la alianza del Grupo Dcoop, a través de su filial, Mercaóleo, con Pompeian?
El proyecto de Dcoop es industrializar una parte importante de su producción de aceite de oliva, es decir, generar valor añadido para unas 150.000 toneladas a medio plazo. Ya estamos envasando volúmenes importantes, pero tenemos que abordar el mercado en España y en la exportación. En este sentido, el mercado estadounidense tiene margen y está en crecimiento. De ahí que hayamos realizado esta alianza para tener acceso a este país, a través de una estructura consolidada y con mucho potencial. Ello nos permitirá dar salida a nuestros aceites y participar en el envasado, lo que redundará en mejores oportunidades para nuestros cooperativistas.
¿Se trata de una alianza que integra a toda la cadena de comercialización en uno de los mercados más pujantes y con más potencial del mundo?
Desde luego, no solo producimos aceite, sino que también avanzamos en la cadena de valor industrial, llegando hasta el consumidor final. Y todo ello en un país tan interesante, como es el estadounidense.
¿Qué puede significar a efectos de mercado que Pompeian sea el primer aceite homologado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos para certificar su calidad mediante el USDA Quality Monitored Seal?
Tanto nosotros como el Grupo Pompeian tenemos idéntica visión en muchas cosas, y una de ellas es la defensa de la calidad del producto y su valorización. El hecho de tener ese sello significa que, para las autoridades estadounidenses, este aceite, esta empresa, esta marca cumple con unos estándares de certificación y de garantía. Algo tan difícil de obtener, como tan importante para generar confianza entre los consumidores.
Este acuerdo o alianza ¿puede ser la “punta de lanza” para replicarlo en otros países no productores, pero con gran potencial de consumo de aceite de oliva?
Nuestro objetivo es buscar la mayor rentabilidad posible para los socios de Dcoop y la respuesta es que vamos a seguir trabajando por encontrar oportunidades. Estados Unidos no es el primer país que abordamos, puesto que, con mayor o menor cuantía, exportamos ya a 60 países de todo el mundo.
Dcoop envasa 50.000 toneladas de aceite de oliva anuales, pero su producción es superior a las 250.000. ¿queda mucho camino por recorrer en este sentido?
Sí, pero creo que nadie duda de nuestro afán de superación y el trabajo diario que hacemos, todo ello de una manera organizada, consolidada y sostenible. Queremos ejercer el liderazgo que nos corresponde y siempre estamos abiertos a sumar.
¿Ayudará en este cometido a medio plazo la extensión del reciente acuerdo con el grupo empresarial chino Evargrande?
Este es otro ejemplo del impulso que estamos dando a nuestro envasado exterior. No es inicialmente tanto el volumen que se exporta, como la importancia cualitativa que tiene el haber conseguido introducirnos con otro importador en un mercado tan interesante como el chino.
¿Cuáles son los fines que persigue Dcoop con el reciente acuerdo de colaboración con Dakolub?
Estamos comprometidos también con el trabajo hacia dentro, hacia nuestras cooperativas y socios agricultores, en el sentido de fomentar la calidad en la producción y de abaratar costes. El acuerdo con Dakolub –empresa con la que venimos ya colaborando desde hace tiempo– va en esa línea, y estamos convencidos de que ayudará a lograr estos objetivos.
¿Qué tipo de integraciones asociativas tienen más recorrido para Dcoop en España? ¿Las fusiones en el sector oleícola o más bien seguir creciendo de forma multisectorial, integrando a varios sectores productivos?
Estos últimos años son difíciles para la integración en el sector oleícola, puesto que se ha vendido el aceite y, además, a precios buenos. Esto desincentiva la integración. Nosotros siempre hemos estado abiertos a sumar cooperativas en todos los sectores bien individualmente o bien a través de grupos. El tiempo dirá.
¿Perdió Dcoop una oportunidad al no lograr integrar al grupo extremeño de cooperativas Acorex?
Fuimos bastante claros y transparentes en el planteamiento que hicimos a las cooperativas de Acorex, y de ahí no nos hemos movido. La intervención política y las desavenencias internas al final han conseguido lo que nadie deseábamos, que es la desaparición del grupo cooperativo extremeño. Con compromiso y trabajo, Acorex hubiera sido viable.
¿Echa de menos la marca “Hojiblanca”, tras ser tantos años el “buque insignia” del grupo cooperativo?
Nadie puede dudar del aprecio personal que le tengo a esa marca, pero en la gestión de las empresas, con las obligaciones que tenemos ante nuestros socios, hay que tomar decisiones no pensadas con el corazón, sino con la cabeza. Hicimos una apuesta para acceder a este operador líder de envasado, y no pudo ser por los motivos que todo el mundo conoce. La venta de esta marca a Deoleo ha sido una buena operación económica para nuestro grupo cooperativo y, sobre los ingresos generados, estamos desarrollando nuestras nuevas inversiones y proyectos.