La industria de la alimentación y bebidas mantiene números en un escenario de gran incertidumbre

La industria de la alimentación y bebidas mantiene números en un escenario de gran incertidumbre

A pesar del carácter estratégico de nuestra industria de alimentación y bebidas, este sector ha advertido de un inicio de ejercicio en la línea con el de 2022. Al escenario inflacionista se suma además otros elementos determinantes como la sequía en nuestro país, devolviendo una mayor inestabilidad a la actividad de la cadena alimentaria, según puso de manifiesto la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) en la presentación, hoy, de su Informe Económico 2022, que recoge las principales magnitudes del  sector con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

“Estamos en un momento decisivo para el sector, en tanto que debe afrontar retos ineludibles e inmediatos como es el de la sostenibilidad y que requieren de inversiones por parte de las empresas. Si tenemos en cuenta el fuerte componente de PYME que tiene, el desequilibrio generalizado de la actividad económica, la inflación, la crisis en la oferta de los componentes tecnológicos y la elevación de los tipos de interés, resulta una tarea titánica para las empresas abordar cualquier decisión inversora que se exige de cara a cumplir con determinados objetivos”, destacó su director general, Mauricio García de Quevedo.

 

“Estamos en un momento decisivo para el sector, en tanto que debe afrontar retos ineludibles e inmediatos como es el de la sostenibilidad y que requieren de inversiones por parte de las empresas. Si tenemos en cuenta el fuerte componente de PYME que tiene, el desequilibrio generalizado de la actividad económica, la inflación, la crisis en la oferta de los componentes tecnológicos y la elevación de los tipos de interés, resulta una tarea titánica para las empresas abordar cualquier decisión inversora que se exige de cara a cumplir con determinados objetivos”, destacó su director general, Mauricio García de Quevedo.

El director general de FIAB subrayó asimismo el esfuerzo realizado por esta industria para absorber parte de los costes. “Durante 2022 hemos sufrido una crisis global, en parte como consecuencia de la invasión de Ucrania, que ha generado incertidumbre, inestabilidad y la grave situación de inflación que todos padecemos. Los resultados presentados por muchas empresas del sector demuestran cómo han reducido sus márgenes para no trasladar al consumidor las subidas que han sufrido.”

El sector reclama un ámbito regulatorio y fiscal que tenga en cuenta este difícil contexto para proteger a un sector estratégico para España y Europa de la vulnerabilidad económica a la que está precipitando esta situación. Entre otras cuestiones, “es urgente la resolución de las convocatorias del PERTE agroalimentario para permitir dotar a esas pequeñas y medianas empresas de los recursos necesarios para adoptar las inversiones necesarias en innovación y mejorar así su competitividad”, aseguró García de Quevedo.

 Así, durante 2022, la producción real de la industria de alimentación y bebidas ascendió a 144.955 millones de euros, alcanzando un crecimiento del 1,5%. Esta tasa muestra, según FIAB, la contención de la actividad de la industria, si se compara con el promedio de la tasa de crecimiento de la producción real entre 2015 y 2019 (obviando los años 2020 y 2021, excepcionales por la situación del COVID-19), que se situó en el 4,5%.

Desde finales de 2021 los precios de producción se han ido acelerando, hasta el 18,6% al cierre del ejercicio 2022. “Esta situación se ha transformado en una pérdida de dinamismo de los ritmos reales de la actividad productiva del sector y en una reducción de márgenes en un intento de no generar mayores desajustes entre oferta y demanda.”

Este escenario de aumento de precios, junto a las medidas adoptadas para la contención de la inflación como las subidas de los tipos de interés, ha llevado a los hogares a la contención de sus gastos y a modificar sus patrones de consumo. El volumen del consumo se ha retraído hasta los 66.294 millones de euros (-1,1%). De igual forma, sucede con el gasto medio por persona en el hogar, que refleja una caída del -1,8% (1.427€) con relación al mismo periodo de 2021.

El Valor Añadido Bruto se ha cifrado en 29.786 millones de euros, un crecimiento del 13,9% que, una vez ajustado el efecto de los precios, quedaría en un 4,1%. «De esta manera, el peso del sector representa el 19,3% de la industria manufacturera y cerca del 2,5% del total de la economía española», según destacó García de Quevedo.

También la dinámica empresarial del sector ha logrado mantenerse por encima de las 30.000 empresas (30.159) y, con respecto al ejercicio anterior, el tejido empresarial en 2022 ha anotado un leve retroceso del -0,3%, es decir, 101 compañías menos.

De nuevo, las pequeñas empresas son las que más acusan la crisis ya que no pueden seguir produciendo por los costes que tienen que afrontar. En 2022, más de 150 pequeñas empresas, de menos de 50 asalariados desaparecieron. Como elemento positivo, y en línea con la trayectoria de años anteriores, las empresas de mayor tamaño han experimentado un avance del 11,4%, continuando en la mejora de la dimensión del sector para acabar con la alta atomización de la industria.

Por otro lado, la radiografía laboral muestra un avance en el número de afiliados a la Seguridad Social del 3,2%, es decir, 454.800 empleos directos, y lo hace con ritmos superiores al crecimiento de la industria manufacturera, que situó en el 2,4%.

En este punto, la directora de Finanzas Estudios Económicos y Talento de FIAB, Karina Pereira, destacó al respecto la fortaleza de esta industria. “Uno de cada cinco empleos en la industria manufacturera los aporta la industria de alimentación y bebidas, es decir, el 22% del empleo en este segmento.”

Aun así, el sector alerta sobre el efecto del encarecimiento de los costes laborales reales, además del soportado ya por la inflación, sobre la productividad real: aumentaron un 0,7%, por encima del registro del conjunto de la economía del 0,3%.

En la clasificación por género, la industria de alimentación y bebidas mantiene la tasa de empleo femenino en el 39,1%, claramente superior al conjunto de las manufacturas (28,4%). Además, el empleo joven (perfiles por debajo de los 35 años) suponen el 27,2% de los trabajadores.

En la presentación, en la sede del MAPA, el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, valoró la apuesta de la industria alimentaria por la internacionalización y la apertura de nuevos mercados, en especial los de países terceros, que proporcionan no solo crecimiento de actividad, sino diversificación de riesgos.

El valor de las ventas al exterior de los alimentos y bebidas experimentó un aumento del 9% hasta alcanzar los 41.643 millones de euros. Sin embargo, este crecimiento no se corresponde con el volumen exportado, que se contrajo un -7,2%. Aun así, la industria española ha concentrado el 10,4% de las ventas europeas situándose como la cuarta economía exportadora.

Lo extraordinario de este ejercicio, destaca FIAB, se refleja en el avance de las importaciones, arrojando una balanza comercial más limitada que en años anteriores, aunque positiva, de 10.640 millones de euros (-20,1%).

Por mercados, la UE sigue siendo el principal destino de las exportaciones de nuestra industria, con una cuota del 57,7%. Entre los principales destinos se sitúan Francia (6.124M€), Portugal (4.506M€) e Italia (4.126M€). El primer socio extracomunitario es Estados Unidos (2.467M€), que mejora su posición y adelanta a China.

 

 

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