El Gobierno de Cantabria destinará el año que viene 2 de cada 3 euros a gasto social, que incluye el gasto en sanidad, educación, servicios sociales, fomento del empleo, acceso a la vivienda y cultura. Estas áreas se llevan casi 1.900 millones del total de 2.885.895.788 euros del presupuesto regional para 2020, que sube un 1,2% con respecto al de 2019, 35 millones más, y alcanza su récord histórico.
Cantabria introduce deducciones fiscales en las zonas rurales con riesgo de despoblamiento
Además, el documento contempla una reducción de la deuda pública de 35 millones de euros y bonificaciones en el IRPF por nacimiento y adopción de hijos y para residentes en las zonas rurales con riesgo de despoblamiento.
Como principal novedad, se introducen deducciones fiscales en el tramo autonómico del IRPF para beneficiar a los cántabros que tienen su residencia habitual en las zonas rurales con riesgo de despoblamiento, es decir, aquellos ayuntamientos con población total inferior a 2.000 habitantes, con una densidad de población menor a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado y la tasa de envejecimiento, que deberá ser superior al 30 por ciento.
Según ha precisado María Sánchez, en Cantabria hay 56 municipios o ayuntamientos que cumplen estos tres requisitos, lo que supone que más de 48.700 cántabros podrán acceder a las bonificaciones diseñadas por el Ejecutivo.
Así, se aplicarán importantes deducciones a los arrendadores y arrendatarios en los alquileres de viviendas, al autoempleo de jóvenes, gastos de guardería y por los que provengan del traslado a las zonas más despobladas.
Por contratos de arrendamiento de viviendas situadas en zonas de Cantabria en riesgo de despoblamiento y que constituyan o vayan a constituir la vivienda habitual del arrendatario, este se beneficiará de una deducción del 20 por ciento, hasta un límite de 600 euros anuales en tributación individual y 1.200 euros en tributación conjunta.
El arrendador de una vivienda en estas zonas también podrá reducir el rendimiento neto en un 50 por ciento, cuando no constituya una actividad económica y su residencia habitual se encuentre también en la misma zona en riesgo de despoblamiento.
Al mismo tiempo, el Gobierno de Cantabria amplía las medidas de apoyo al autoempleo entre los jóvenes con ayudas fiscales para que la limitación financiera no sea un problema en su nueva actividad.
Así, aquellos jóvenes menores de 35 años que fijen su residencia habitual en zonas de riesgo de despoblamiento y que causen alta por primera vez en el censo de empresarios tendrán rebajas de impuestos que alcanzarán los 1.000 euros.
Otras bonificaciones para los residentes en las zonas despobladas consisten en deducciones por los gastos de guardería de los hijos, que se podrán reducir un 30 por ciento, con un límite de 600 euros anuales por hijo menor de tres años.
Igualmente, aquellas personas que decidan trasladar su residencia habitual a una zona con riesgo de despoblación por motivos laborales, tanto por cuenta ajena como propia, podrán deducir 500 euros en el año en el que se produzca el cambio de residencia y el siguiente.