Mientras que se celebran y preparan nuevas movilizaciones y protestas de los ganaderos de vacuno de leche en los diferentes territorios (Castilla y León, Galicia, Cantabria, Cataluña y Andalucía, Castilla-La Mancha) y ya se han sucedido otras, el secretario general de Agricultura y Alimentación del MAPA Fernando Miranda, volvió a trasladar este miércoles 10 de noviembre a todos los agentes del sector lácteo que es necesario ajustar el funcionamiento de la cadena de valor a lo establecido en la Ley 12/2013 de la Cadena Alimentaria. De forma particular, en lo relativo a respetar los costes de producción y la creación de valor a lo largo de los diferentes eslabones.
El MAPA constata que el bajo precio en origen de la leche de vaca pone en difícil situación a nuestros ganaderos
Por tanto, el encuentro se celebró en un momento y en un contexto en el que los ganaderos han puesto el foco en determinadas industrias lácteas, han anunciado movilizaciones e incluso barajan boicotear algunas marcas de leche.
Miranda se reunió con los representantes de la cadena de valor del sector lácteo, integrada por las organizaciones agrarias, ASAJA, COAG y UPA, por Cooperativas Agroalimentarias, la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL) y las asociaciones representativas del sector de la distribución, la Asociación Española de Cadenas de Supermercados (ACES), la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) y la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas).
Esta reunión tuvo lugar tras los contactos mantenidos por el MAPA con la industria láctea y la distribución en los meses de junio y julio pasados, en el marco de la aplicación de la Ley de la Cadena, en lo que se refiere a la necesidad de que los productores cubran sus costes de producción y a que se cree valor a lo largo de la cadena.
La Mesa Nacional del Sector Lácteo, según señaló Miranda, se ha emplazado para reunirse nuevamente en diciembre y hacer un seguimiento de la situación.
El MAPA reconoce que el precio en origen de la leche de vaca en España se sitúa entre los más bajos de la Unión Europea (UE) y que, a pesar del incremento de precio pagado al productor en los últimos meses, el incremento de los costes de producción, sobre todo en alimentación animal, que supone entre el 50 y el 60 % de los costes totales, ha puesto en una situación muy difícil a los márgenes de los ganaderos.
Se da la circunstancia adicional, añade el MAPA, «de que la diferencia entre el precio que cobran por la leche los ganaderos españoles es cada vez mayor con respecto al que cobran los ganaderos europeos.»
El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, ha instado a que los contratos entre los ganaderos de leche y la industria sean flexibles para que «tengan en cuenta la variabilidad de los costes de producción» y poder trasladarlo así al precio en origen de la leche.
Miranda afirmó que la intención del Ministerio de Agricultura es ayudar a ver de qué manera se puede seguir con los «contratos de larga duración ganadero-industria pero que «garanticen al productor poder repercutir los cambios en los costes de producción.»
«Sigue habiendo demasiados contratos a precios fijos y, por lo tanto, no son capaces de reflejar las circunstancias que tenemos ahora» en el mercado, añadió.
Al respecto, incidió en que, la situación que atraviesa el sector lácteo es «singular», porque el precio en origen es superior al de las campañas anteriores, pero «los costes de producción se han incrementado en mayor medida».
Con todo ello, es un sector que pierde productores «de forma reiterada desde hace dos décadas», recalcó Miranda, «lo que preocupa porque refleja una falta de remuneración suficiente, convertida en motivo para abandonar la actividad».
Por eso, volvió a hacer «un llamamiento a la industria y a la distribución para que tomen conciencia de la situación y adopten la mejor forma de dar solución al problema.»
En el transcurso de este encuentro, el secretario general puso de manifiesto la situación por la que atraviesan muchos ganaderos del sector lácteo que, de acuerdo con los datos del Observatorio de la Cadena Alimentaria, difícilmente pueden cubrir los costes de producción que soportan, situación que se ha agravado en los últimos meses, como consecuencia del incremento de los costes energéticos y de los piensos destinados a la alimentación animal.
Durante la reunión, el MAPA abordó también la aplicación de las disposiciones relativas a los costes de producción y la no destrucción de valor en la cadena, cuya inspección corresponde a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA).
Miranda informó, igualmente, del estado de tramitación del proyecto de Ley de modificación de la Ley de la Cadena, que está en el Senado y que se espera pueda ser aprobada a lo largo del mes de diciembre. A este respecto, recordó que los principales elementos del Real Decreto Ley 5/2020, son ya de aplicación.
Comentarios del sector
En declaraciones a los medios, tras esta nueva reunión de la Mesa Nacional Láctea, el responsable sectorial de ASAJA, el asturiano Ramón Artime, aseguró que «la situación es complicada y se encuentran en el mismo punto que hace tres años».
Para Artime, «esto es así, porque no hay voluntad por parte de la industria láctea más fuerte», lamentando la «incapacidad de la producción para trasladar la subida de costes al siguiente eslabón: «Estamos en manos de las grandes industrias»
El responsable sectorial de ASAJA aseguró, además, que los ganaderos «no están pidiendo más precio para enriquecerse, sino para seguir viviendo».
Por su parte, la responsable del vacuno de leche de COAG, la cántabra Charo Arredondo, ve también «difícil» solución a la situación y culpa a la parte de la industria que no quiere hacer «adendas» a los contratos para actualizarlos.»
Para Arredondo es la hora de que la industria «mueva ficha», porque «queremos, al menos, pagar los costes de producción».
Asimismo, el secretario de Ganadería de UPA, el gallego Román Santalla, cree que la actitud de algunas industrias es «reprochable», porque «se quieren quedar con todo el negocio.»
Santalla considera «irrisorias» las subidas de un céntimo en el pago que ofrecen por la leche y les avisa que «están equivocados si con ello pretenden que nos conformemos».
El responsable sectorial de UPA valoró que la distribución, en líneas generales, haya aumentado los precios de venta al público (PVP), aunque también son «insuficientes» porque han rondado los «tres céntimos».
Industria y distribución
Por parte de la industria láctea, el director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Luis Calabozo, incidió en que los contratos se pueden modificar legalmente, pero sólo para corregir al alza precios a liquidar, volumen o duración de los contratos, lo que demuestra lo garantista que es la ley es con la producción primaria, y debe ser así».
Sin embargo «nadie garantiza que en el ciclo de un año vuelvan a caer los costes» y, en ese caso, la imposibilidad de modificar los contratos a la baja afectaría a la competitividad industrial. Son rigideces que da un contrato a largo plazo, con sus pros y sus contras«, añadió.
Según Calabozo, «hay otros sectores que igual pueden gestionar de forma más eficiente una crisis de costes, como la actual, pero es más difícil para el lácteo porque es un producto utilizado tradicionalmente como reclamo al consumidor.».
Por su parte, el secretario general técnico de la patronal del sector de supermercados Asedas, Felipe Medina, cree que la crisis del sector lácteo es diferente a las anteriores, porque «no es exclusiva» del sector y la búsqueda de soluciones, por tanto, es muy complicada en un contexto además de salida de una pandemia».
Para Medina, la herramienta fundamental para hacer que funcione es la Ley de la Cadena que, desde febrero de 2020, obliga a cubrir costes de producción.
Eso sumado a otras herramientas propias del sector lácteo «son las vías para gestionar una vez más una situación delicada«, añadió.
En su intervención, Medina hizo referencia también a la mejor posición negociadora de la industria frente a la distribución en España, porque «hay apenas 5-6 industrias que suministran -leche- a las más de 100 cadenas de supermercados que representa Asedas».