El Ministerio de Agricultura solicito ya el pasado 19 de marzo una serie de medidas, algunas de ellas con carácter urgente, a la Comisión de Agricultura de la CE, de las que al parecer no ha obtenido respuesta oficial ninguna todavía.
Covid-19: El MAPA pide a la CE medidas urgentes de mercado para ovino-caprino, flor cortada y frutos rojos
El comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, tendrá un encuentro este miércoles 15 de abril con los representantes de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo (Comagri) para un intercambio de puntos de vista sobre las repercusiones del Covid-19 sobre el sector agrícola.
Ahí, casi con seguridad, los europarlamentarios le dirán que las medidas adoptadas, como la de flexibilizar plazos y anticipar pagos de la PAC 2020, aun siendo positivas, son muy insuficientes para afrontar los actuales problemas que existen en algunos mercados agrari9os.
Por ello, le exigirán que adopte medidas adicionales de intervención de mercado en algunos sectores, que están viendo una drástica caída de precios y un incremento de la oferta, tal y como está permitido en el vigente reglamento (UE) nº 1308/2013 de la Organización Común de Mercados Agrícolas (OCMA), e incluso que, ante un situación extraordinaria como la crisis sanitaria actual, plantee también en algunos casos la adopción de soluciones financieras extraordinarias fuera del presupuesto de la PAC actual.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura, como ya avanzó en su último número AgroNegocios, le hizo llegar la demanda de medidas urgentes, como el establecimiento de una ayuda al almacenamiento privado de carne de ovino y caprino, y cuajada elaborada a partir de leche de oveja y cabra; el establecimiento de una ayuda a la reducción voluntaria de la producción de leche de oveja y cabra, así como la puesta en marcha urgente de medidas para la retirada del mercado, cosecha en verde y renuncia a efectuar cosecha para el sector de las flores y plantas ornamentales, y la puesta en marcha de manera inmediata de medidas excepcionales para el sector de frutos rojos.
Más en concreto, el almacenamiento privado de carne de ovino y caprino debería activarse cuanto antes, según el MAPA, aplicarse a las cantidades ya almacenadas desde la entrada en vigor del estado de alarma en nuestro país, y quedar abierta durante al menos tres meses para poder paliar los efectos del desequilibrio del mercado actual .
Las ayudas al almacenamiento deberían aplicarse sobre las canales, medias canales y cuartos traseros y delanteros congelados de ovino y caprino de diversas partidas, así como a otras de cuajada producida a partir de leche de oveja y cabra (países como Francia lo ha pedido o lo va a pedir para la leche desnatada en polvo y quesos).
El establecimiento de una ayuda a la reducción voluntaria de la producción de leche de oveja y cabra (algunos países, como Francia, lo ha pedido para la leche de vaca), estimada en base a la comparativa de la producción del periodo de referencia establecido entre los efectos del desencadenamiento del estado de alarma en nuestro país y los tres meses posteriores, con la media productiva del mismo periodo del año anterior.
Retrasar plazos
En segundo término, el MAPA planteó a la CE retrasar los plazos y flexibilizar los requisitos o exigencias establecidos en la normativa de la UE sobre la aplicación de ayudas y procedimientos sectoriales en los programas operativos de las organizaciones de productores, en el programa de apoyo al sector del vino y en el régimen de autorizaciones de plantaciones de viñedo y programa apícola.
Al respecto, el Ministerio de Agricultura considera necesario que la Comisión retrase, o habilite a los Estados miembros a retrasar, una serie de plazos que no va a ser posible cumplir. Además, ve también necesario trabajar para flexibilizar algunas dificultades legislativas identificadas que, si no se superan, redundarán en perjuicio de los productores, al impedir la utilización óptima de los fondos que a su disposición pone anualmente la PAC.
Desde este Departamento, se ve imprescindible dar seguridad jurídica y, para ello, la Comisión debe retrasar, de manera generalizada, todos los plazos establecidos en la normativa de la UE sobre aplicación de ayudas y procedimientos sectoriales, teniendo en cuenta que los efectos del Covid-19 pueden prolongarse en el tiempo. Estos plazos afectan tanto a los agricultores, que reciben ayuda, como a las autoridades competentes para gestionar o aprobar dichas ayudas, incluidas las obligaciones de comunicación a la Comisión.
Asimismo, el MAPA considera necesario que se flexibilicen algunos requisitos y exigencias normativas que, en estos momentos, no es posible cumplir, con el fin de que los agricultores puedan mantener sus ayudas, sin ser sancionados por razón de esta pandemia.