El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd) prevé una inversión pública aproximada de 7.000 M€ en materia de agua durante los próximos seis años. Inversiones quedarán recogidas en los planes hidrológicos de las demarcaciones hidrográficas, que este departamento está ultimando, y que se ejecutarán a través de la Dirección General del Agua, las Confederaciones Hidrográficas y las Sociedades Estatales.
El Miterd prevé invertir unos 7.000 M€ en materia de agua en los próximos seis años
Así lo anunció este lunes 22 de marzo Teresa Ribera, vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, durante el evento “Valoremos el agua”, organizado por el Miterd, con motivo del Día Mundial del Agua, para reflexionar sobre la importancia de este recurso esencial, conector de nuestros sistemas ambiental, social, económico y cultural.
Según Ribera, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia contribuirá en gran medida al desarrollo de estas inversiones, enmarcadas dentro de los principios del Pacto Verde Europeo, que se articularán en tres líneas estratégicas: la planificación hidrológica, la protección de las aguas y la gestión de los riesgos, y la gestión del Dominio Público Hidráulico y la seguridad hídrica.
También deberán servir de impulso a la reactivación económica y a la creación de empleo de calidad. “Para no dejar a nadie atrás, la recuperación ha de ser verde e inclusiva”, enfatizó Ribera.
“Las oportunidades son muchas dentro de la transformación de nuestra relación con el recurso hídrico. No solo las ligadas a la gestión de usos, sino también a los sectores que dependen de un abastecimiento seguro y de unas masas de agua bien conservadas. Pensemos en sectores tan importantes para nuestros países, como son el agropecuario o el turismo, actividades cuyo futuro está unido a la sostenibilidad”, recordó la vicepresidenta.
Recuperación de ríos
El avance acelerado del cambio climático, con un aumento palpable de episodios extremos de sequía e inundaciones, pone de manifiesto que es necesario adaptarse, señala este Ministerio. “Para ganar en resiliencia, debemos reconfigurar nuestra manera de relacionarnos con este bien, cada vez más escaso, y sin el que no existirían nuestras sociedades tal y como las conocemos”, recordó Ribera durante el evento, que reunió a diversos expertos en la materia y que puede verse a través de este enlace.
Por ello, el Miterd abordará tres objetivos prioritarios: la recuperación de nuestros ríos y acuíferos y la protección frente a las inundaciones; el impulso al saneamiento, depuración y reutilización; y la digitalización de la administración del agua.
También trabajará para combatir la contaminación difusa y preservar la calidad de las aguas, factor clave para prevenir la pérdida de biodiversidad y los impactos nocivos sobre la salud y el medio ambiente.
Mejora de la gestión
En este sentido, según anunció la vicepresidenta, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia prevé invertir en los próximos tres años unos 1.700 millones de euros en materia de gestión de los recursos hídricos.
De estos, 800 millones se destinarán a la recuperación de ríos y acuíferos, fomentando actuaciones dirigidas a la restauración del espacio fluvial (225 M€), a la minimización de los riesgos de inundación, con medidas preferentemente de retención natural (225 M€) y a la reducción de la extracción de agua subterránea aplicando recursos hídricos alternativos (350 M€).
Por otro lado, otros 650 millones de euros se destinarán a impulsar el saneamiento, la depuración y la reutilización.
Asimismo, la digitalización de la administración del agua es el otro eje fundamental, al que el Miterd quiere dedicar 250 millones de euros.
“La transformación digital permitirá grandes avances en la gestión del agua: la mejora de la administración digital del recurso, el conocimiento y control del uso del agua, la incorporación de los sistemas automáticos de información hidrológica (SAIHs) al control de los caudales ecológicos, la transformación digital en los procedimientos de vigilancia y control del Dominio Público Hidráulico o el uso de nuevas herramientas de apoyo como los drones o los análisis big data”, explicó Ribera.
“Tenemos una oportunidad sin igual para que el sector del agua sea también protagonista de la recuperación europea a la vez que se protege el medio ambiente. Un empeño que requiere una responsabilidad compartida”, manifestó Teresa Ribera.
Nueva “hoja de ruta” para el trasvase Tajo-Segura
Por otro lado, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, subrayó en un artículo remitido a los medios con motivo del “Día del Agua” este 22-M que la modificación de las Reglas de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, evitará que la cabecera del Tajo se encuentre «tan a menudo» en situación hidrológica excepcional.
En el artículo de opinión, titulado «Una nueva hoja de ruta para el trasvase Tajo-Segura», Ribera opina que, en materia de agua, España cuenta un «rico patrimonio hidráulico y una gran diversidad de ecosistemas acuáticos» y, sin embargo, también «convive con escasez e importantes retos pendientes en gestión del agua».
A su entender, esta gestión del agua debe abordarse con amplitud de miras y mediante una planificación hidrológica inteligente si aspira a ser eficiente, ambientalmente sostenible y socialmente justa, apuntando que uno de los aspectos “más sensibles” es el trasvase Tajo-Segura, “un asunto cuya respuesta requiere distintas líneas de acción, que pongan en el centro a las personas, el medio ambiente y el uso sostenible del agua”.
Ribera recordó en su artículo que, ya en diciembre de 2020, se dio el primer paso en ese sentido, con la aprobación de un Real Decreto que otorgaba una subvención de 40 M€ a Castilla-La Mancha para el desarrollo de actuaciones de abastecimiento, saneamiento, depuración y adecuación de cauces en los municipios colindantes de los embalses de Entrepeñas y Buendía, añadiendo que los Ayuntamientos, que conforman el sistema de cabecera del trasvase Tajo-Segura “, se sintieron durante años abandonados por no contar con las infraestructuras necesarias para aprovechar el agua”.
La vicepresidenta resalto que, con esta medida, se activó la “hoja de ruta” del Gobierno central para “la explotación sostenible del Acueducto Tajo-Segura ATS, con un objetivo único: encauzar problemas enquistados durante años».
Y explicó que, para lograr este objetivo, se pretende mantener un régimen adecuado de caudales ecológicos en el Tajo y mayores volúmenes de agua en los embalses de cabecera del trasvase.
Según argumentó la vicepresidenta, a ello contribuirá la modificación de las Reglas de Explotación del ATS, que tiene por objeto, según avanzó, incrementar los volúmenes almacenados en los embalses de Entrepeñas y Buendia, al tiempo que se reducen los volúmenes mensuales que se envían a las cuencas receptoras cuando el sistema se encuentra en situación de normalidad.
“Gracias a estas nuevas reglas, el sistema de la cabecera del Tajo evitará encontrarse tan a menudo en situación hidrológica excepcional”, resaltó.
Asimismo, Ribera destacó que el paso más importante se dará con la aprobación del Tercer Ciclo de Planificación Hidrológica, prevista para abril de 2022, “una apuesta enormemente ambiciosa, que requerirá cambios de gran complejidad técnica, así como una revisión de las normas de explotación”.
De este modo, adelantó, «la nueva planificación hidrológica dará paso a una nueva realidad, que ha de traducirse en un equilibrio ecológico que el Tajo largamente ha demandado”.
Recursos alternativos
En esta línea, Ribera resaltó que también será imprescindible incrementar los recursos alternativos en las cuencas receptoras del trasvase, especialmente en la cuenca del Segura, para facilitar el desarrollo económico, social y ambiental de la zona.
Según detalló en su artículo, esto supone aumentar los recursos procedentes de la desalación y de la reutilización, y puso como ejemplo la desaladora de Torrevieja, que “en poco tiempo ha duplicado su capacidad y esperamos poder triplicarla en los próximos meses”.
Para Ribera, el incremento de las capacidades de desalación y reutilización, así como la conexión de estas aportaciones con las áreas de consumo, debe hacerse en paralelo a la incorporación de la energía renovable, en especial fotovoltaica, para facilitar una reducción del coste de la energía y, en definitiva, del precio del agua.
“Todo con la vista puesta en optimizar la gestión de los recursos generados, a fin de que se puedan distribuir en las zonas regables independientemente de su procedencia. Sin duda, el agua desalada y el agua reciclada son un bien estratégico para España”, defendió la ministra para la Transición Ecológica, quien valoró también que estos instrumentos permitirán una gestión integral del agua, anticipar los riesgos a medio y largo plazo, impulsar la actividad económica y ayudar a fijar población en ciudades de interior y en zonas rurales.
“Proteger el medio ambiente y, en especial, el agua como recurso clave para la vida es proteger, en última instancia, nuestro sistema de bienestar, la cohesión territorial y social y el desarrollo sostenible. Un trinomio sin el cual no es posible el progreso», concluyó Ribera.