WWF y ANSE han demandado al Gobierno de Murcia que sancione, elimine y restaure 8.500 hectáreas de cultivos de regadío intensivo e ilegal del Campo de Cartagena, mientras la falta de oxígeno en las aguas del Mar Menor ha provocado ya la muerte de más de 8 toneladas de peces y crustáceos.
El regadío ilegal, en el punto de mira de la crisis del Mar Menor
Los ecologistas acusan a la administración de haber permitido que se multiplicase casi por diez la superficie de cultivos regados en los últimos 40 años, hasta casi 50.000 hectáreas, un hecho que ha provocado «la proliferación de un regadío ilegal que vierte cada día 5 toneladas de nitratos y fosfatos a la laguna». Esta contaminación se ha visto agravada con el funcionamiento de más de 1.000 desaladoras ilegales.
Estas organizaciones reclaman además una reconversión de la agricultura intensiva a través de una reducción de las dotaciones de agua por finca y de la superficie regada, la promoción de la agricultura ecológica y un control estricto del uso de fertilizantes en la superficie regada del Campo de Cartagena que vierten estos contaminantes a la laguna.
En este sentido, el Gobierno de Murcia ha anunciado que prohibirá el uso de fertilizantes nitrogenados inorgánicos en la zona de influencia directa en la laguna del Mar Menor, a través de un Decreto ley que verá la luz en los próximos días, y que se suma a la ya anunciada prohibición de vertidos por la rambla de Albujón, y a la reducción a la mitad de todos los plazos administrativos en la tramitación de expedientes sancionadores en el ámbito del Mar Menor, con lo que de persigue dotar de mayor agilidad los procesos contra los infractores.
Por su parte COAG-IR Murcia ha lamentado que la agricultura en el Campo de Cartagena se haya convertido en el “chivo expiatorio» de todas la irregularidades pasadas y presentes. «Si bien es cierto que el uso de nitratos en el pasado ha sido una de las causas del deterioro del Mar Menor, no la única; también es constatable que este sector ha sido el único que ha mejorado de forma urgente y drástica sus prácticas».
Además de los nitratos de la agricultura intensiva; desde la organización agraria apuntan otras tantas «circunstancias» causantes del estado del Mar Menor como: el desarrollo urbanístico desmesurado; la intensa actividad minera en la zona; las aguas residuales urbanas que aportan fosfatos, los aportes de aguas cargadas de nitratos acumulados del pasado desde el acuífero; los regadíos, pozos y desaladoras ilegales; las embarcaciones a motor; los arrastres contaminantes (lodos) y de nutrientes (nitratos y fosfatos) producidos por las lluvias y las ahora recurrentes DANAS; la colmatación de las golas, que se encuentran muy lejos de su estado natural; e incluso otros micro impactos, que en conjunto también agregan un perjuicio significativo, como los comportamientos poco higiénicos e incívicos en dicho entorno natural».
Para los agricultores de la zona es esencial limpiar el acuífero de nitratos y otros elementos que hayan podido llegar, por ejemplo, de la actividad minera pasada, porque no es suficiente con no realizar nuevos aportes de nutrientes –nitratos, del agro, y fosfatos, de aguas residuales urbanas– además se debe trabajar sobre el resto de factores que todavía se puedan enmendar e incluso sobre las micro causas.