La Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL) ha celebrado esta mañana el 62º Día Internacional Lácteo, el cual ha contado con el secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Fernando Miranda, con representantes de la industria láctea y expertos en sostenibilidad y nutrición.
El sector lácteo se reivindica como sistema esencial y sostenible en su Día Internacional
Este encuentro, un referente anual para la cadena de valor del sector lácteo, ha centradoel debate en los tres retos más importantes del sector: el demográfico, la alimentación saludable y el compromiso de la industria para alcanzar una sostenibilidad medioambiental acorde a las nuevas propuestas europeas.
El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, ha señalado al sector lácteo como un referente para el sector alimentario por su gran labor ante la crisis sanitaria y la respuesta para evitar la falta de abastecimiento. Además, ha resaltado el importante papel de las industrias lácteas en la economía española, la fuente de empleo en zonas rurales y en el tejido social para hacer frente al reto demográfico. Por último, ha invitado a toda la cadena de valor a hacer un esfuerzo para alcanzar un entendimiento en beneficio de la estabilidad y la sostenibilidad del sector.
Esta 62º edición ha sido inaugurada por el presidente de FeNIL, José Armando Tellado, quien ha señalado que el sector lácteo está yendo hacia la estabilidad después de años de caída del consumo.“Durante el 2020 las familias españolas han aumentado la ingesta de lácteos conforme se reforzaba la importancia de llevar una dieta sana para cuidar la salud. Hemos visto que, durante el periodo más agudo de la pandemia, se ha registrado una evolución positiva del consumo de lácteos en los hogares y esperamos que esa tendencia se mantenga en el tiempotanto para beneficio del sector como para la salud de las familias”. Asimismo, en su discurso dedicó unas palabras de reconocimiento: “Agradecemos y aplaudimos el compromiso y esfuerzo de todo el sector lácteo para atender ese aumento de la demanda garantizando la calidad y seguridad en todo momento”.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), el consumo per cápita de leche en los hogares durante el 2020 alcanzó los 73,76 litros por persona y año, convirtiendo a España en uno de los principales consumidores de leche líquida de la Unión Europea. Sin embargo, el consumo de leche fuera del hogar disminuyó de forma considerable durante el mismo periodo, como consecuencia de las restricciones propias de la pandemia y su impacto en la hostelería, el turismo y en establecimientos de restauración colectiva. El resto de productos lácteos, como por ejemplo, yogur, queso, mantequilla o nata también experimentaron el año pasado una evolución positiva en lo que respecta a su consumo dentro del hogar.
Frente al consumo de productos lácteos fuera del hogar, Luis Calabozo, director general de FeNIL, ha señalado uno de los grandes deseos del sector lácteo: “Queremos que vuelva el sector de la hostelería y la restauración. Son un ente dinamizador del sector alimentario y, sin ellos, la actual cadena de valor no podría estar completa”.
El sector lácteo, clave para las zonas en declive demográfico
La mesa redonda, moderada por el periodista Sergio Martín, ha centrado el debate en los tres principales ejes en los que girarán las acciones del sector en los próximos años:el despoblamiento rural, la importancia de los lácteos en una dieta sana y sostenible y el compromiso medioambiental de la industria para una actuación acorde a las nuevas exigencias europeas, sin sacrificar la asequibilidad de alimentos sanos y variados a la población
Durante la primera intervención, Francesc Xavier Boya Alós, secretario general para el Reto Demográfico dentro del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), señaló a la despoblación rural como uno de los grandes fenómenos demográficos por los que atraviesa España. “La cohesión social y territorial pasa por la creación de oportunidades laborales estables y de calidad.Y aquí, el papel de sectores económicos fuertes y productivos, como el de la alimentación, específicamente el lácteo, es y será clave para contener y revertir dinámicas poblacionales”, explicó.
Los centros de producción del sector lácteo vertebran el medio rural. Precisamente en aquellas provincias que sufren altas tasas de despoblación como Ávila, Palencia, Soria, Zamora, Cuenca o Cáceres, que registraron en 2019 menos de 20 habitantes por km2. Las industrias lácteas han dado empleo directo este último año a más de 30.000 personas, además de fomentar e incrementar la actividad económica de otros sectores.
Los lácteos, un alimento esencial y sostenible
El compromiso medioambiental es una prioridad para el sector lácteo, de acuerdo a FeNIL. Por esa razón, sus acciones están estrechamente relacionadas con la estrategia ‘De la granja a la mesa´ establecida por la Comisión Europea. Las industrias lácteas ya están trabajando en la circularidad de los envases, en la reducción del desperdicio de alimentos, en un etiquetado claro y útil para el consumidor y, finalmente, en la transición a dietas más saludables y sostenibles.
José Luis Gallego, periodista naturista y ambiental, valora positivamente la actuación del sector lácteo dentro del Pacto Verde de la UE. Recalca que “toda empresa e industria que no cuente con objetivos de sostenibilidad a corto y largo plazo desaparecerá. No es cuestión sólo de compromiso, sino de deber como ciudadanos y como parte de una cadena alimentaria clave en la industria de España”, agregó. El reto, según el periodista, “conseguir esta sostenibilidad sin sacrificar que una dieta sana y variada sea asequible económicamente para todas las capas de la población”.
Asimismo, desde el punto de vista científico y nutricional, el asesor científico en la Confederación Española de Consumidores y Usuarios del Ministerio de Sanidad, Guillermo Mena, refuerza lo dicho en múltiples investigaciones. “Los lácteos son sin duda un alimento completo, gracias a su diversidad de nutrientes -grasas, magnesio, fósforo, potasio, zinc, selenio y vitaminas liposolubles-, su consumo se asocia a un menor riesgo de aparición de enfermedades como la obesidad abdominal, la hipertensión, la diabetes tipo 2 y diferentes enfermedades cardiovasculares”.
También resaltó la importancia de su valor nutricional teniendo en cuenta la matriz completa, es decir, valorando los nutrientes de los lácteos en conjunto, no por separado, ya que todos actúan entre sí: “Por ejemplo, el calcio interactúa con la grasa saturada, las bacterias con la lactosa o la fibra de otros alimentos… de esta forma todo conforma una matriz rica que deberíamos aprovechar”, finalizó.