La sequía observada en el pasado año en Europa tuvo un impacto significativo en el suministro propio de alimentos para animales en la campaña 2018/19.
El uso de proteína propia para alimentación animal bajó hasta el 77% del total en la UE en 2018/19
Tal es así que el nivel de autosuficiencia de alimentos para animales de la UE y el suministro total disminuyeron en comparación con los años anteriores. La autosuficiencia se redujo del 80% al 77%, con una menor disponibilidad de forrajes que, en parte, fue reemplazada por mayores importaciones de maíz grano.
El suministro total de piensos se redujo un 4%, hasta los 83 millones de toneladas, debido a la reducción de las cabañas de ganado bovino y de porcino.
Estos son algunos de los datos clave del balance de proteínas de alimentación de la UE 2018/19 , publicado el jueves 14 de noviembre por la Comisión Europea.
El forraje, como el pasto y el maíz para ensilado, sigue siendo la principal fuente de proteína en alimentación animal, representando el 42% del uso total de alimento para animales de la UE,, con 35 Mt en 2018/19.
Las harinas y los granos de cultivos de cereales y de oleaginosas aumentaron su participación un 1% anual, respectivamente, alcanzando el 26%, con casi 21,4 Mt (5,63 Mt de proteína de origen UE) y el 23%, con 19 Mt (16,55 Mt de origen UE).
Si bien la UE es totalmente autosuficiente en fibra vegetal, la UE produce solo el 26% de las harinas de semillas oleaginosas (principalmente de soja y colza) consumidas por el sector ganadero comunitario, importando el 74% restante.
Debido a la menor demanda de piensos, el consumo de todas las fuentes de proteína se redujo en cifras absolutas, hasta 83 Mt de proteína cruda, de las que 64 millones fueron producidas en la Unión.
Dentro de la categoría de ‘cultivos’, se observó en 2018/19 un cambio hacia la importación de mayor volumen de maíz , y dentro de la categoría ‘semillas oleaginosas’ se produjo un pequeño cambio hacia el uso de más harinas de soja, a expensas de las harinas de colza y de girasol.