La Asamblea General de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) eligió por mayoría a Andrés del Campo como presidente de la Federación durante los próximos cuatro años. Con este nombramiento, Del Campo renueva su mandato por sexta vez consecutiva.
Andrés del Campo renueva por sexta vez la Presidencia de Fenacore
En su reelección, las comunidades de regantes valoraron además de su implicación y carácter conciliador, su amplia experiencia en el marco internacional tras más de 16 años como máximo dirigente de la Comunidad Euromediterránea de Regantes (EIC), representando los intereses de los agricultores regantes de Europa y norte de África. Además, desde 2002 Del Campo es también miembro del Grupo de Coordinación Estratégica (SCG) para la implementación de la Directiva Marco de Aguas de la Comisión Europea.
Con este bagaje internacional, su papel en el ámbito europeo se centrará en impulsar una política agraria comunitaria mucho más racional, capaz de compensar el desfase que existe actualmente entre el precio de los productos agrarios y el coste de producción. Según Del Campo, se vende a precios de los años ochenta, pero se produce con costes del año 2015, provocando la pérdida de competitividad del sector agrario español en los mercados internacionales.
En el marco nacional, su principal reto a corto plazo es conseguir de las administraciones responsables unas tarifas eléctricas adaptadas a la singularidad del uso de la energía para los diferentes tipos de regadíos. Asimismo, entre sus objetivos, está también desarrollar alternativas que disminuyan los costes energéticos como una central de compras de energía única para todo el regadío o impulsar la producción de energía distribuida para autoconsumo en las zonas regables.
Esta medida permitiría reducir la dependencias de las compañías eléctricas y por tanto, rebajar los costes fijos de la factura de energía, que en el caso de los regantes asciende a más del 70% del total.
De esta forma, en su nuevo mandato, Del Campo seguirá trabajando no sólo para minimizar el coste energético de los regadíos, sino para favorecer la modernización de las más de un millón de hectáreas que actualmente están en el aire por no garantizar la máxima eficiencia del binomio agua/energía.
Además, el responsable de Fenacore seguirá reforzando su papel como interlocutor ante las distintas administraciones públicas para frenar los intereses localistas de las autonomías que, como en el reciente caso de Aragón, y siguiendo la estela anterior de otras comunidades autónomas, buscan asumir competencias sobre el dominio público hidráulico, a pesar de ser exclusivas del Estado.