Claas aprueba el uso de combustible renovable HVO en sus tractores, cosechadoras y picadoras Fase V
Todas las máquinas agrícolas de la marca que cumplan la última fase de la normativa de emisiones están preparadas para funcionar con aceites vegetales tratados con hidrógeno (HVO). Además, las máquinas y tractores que salgan de las fábricas de Claas en Harsewinkel y Le Mans a partir de este mes, lo harán con los depósitos llenos con este biocombustible.
La autorización de aceites vegetales tratados con hidrógeno (HVOs) para todas las máquinas agrícolas que cumplen con la última norma de emisiones (Stage V) supone un paso importante en la reducción de las emisiones contaminantes.
«Desde hace algún tiempo, Claas mantiene una actitud abierta frente a la tecnología, ya que una completa desfosilización del sector agrícola requiere que se examinen la disponibilidad y la rentabilidad de una amplia gama de soluciones», explica Patrick Ahlbrand, del departamento de Estrategia de Producto Claas. «En el futuro, los accionamientos a batería ofrecerán una alternativa adecuada para trabajos de servicios municipales, trabajos ligeros en el campo y aplicaciones en granjas y sus actividades complementarias. Sin embargo, para máquinas de recolección y grandes tractores de más de 150 CV, no existe a largo plazo una alternativa realista a los combustibles líquidos sostenibles», añade.
Por ello, desde 1 de octubre los tractores y cosechadoras Claas de Harsewinkel y Le Mans que cumplan la última normativa de emisiones Stage V están preparados para su uso con HVO (aceite vegetal tratado con hidrógeno). Además, antes de salir de fábrica, todas las máquinas se llenarán con este combustible, una medida que ahorrará 2.500 toneladas de CO2 al año, lo que permitirá a ambas fábricas contribuir activamente a la lucha contra el cambio climático.
Ventajas del HVO
El uso de HVO ofrece varias ventajas en comparación con otras tecnologías y combustibles. No es necesario actualizar o sustituir las máquinas de la Stage V. Simplemente pueden llenarse con HVO y luego utilizarse exactamente igual que antes, incluso con gasóleo, sin ninguna restricción. Tampoco es necesario modificar los depósitos de combustible. Además, con unas características de combustible comparables a las de los combustibles fósiles, no hay pérdidas apreciables en términos de rendimiento, vida útil, desgaste o durabilidad.
El HVO puede utilizarse en su forma pura (HVO100) o como mezcla de combustible en cualquier proporción con gasóleo convencional. Al utilizar HVO100, las emisiones de CO2 pueden reducirse hasta un 90% a lo largo de todo el ciclo de vida en comparación con el gasóleo fósil. Al mismo tiempo, se emiten menos óxidos de nitrógeno y partículas durante la combustión.
Este combustible se compone principalmente de aceites de desecho y residuos, como aceite de cocina usado y grasas animales, además de aceites vegetales. En los procesos de producción posteriores, las materias primas biogénicas se convierten en hidrocarburos en una reacción con una pequeña cantidad de hidrógeno (hidrogenación). Este proceso modifica las características de los aceites vegetales para asemejarlos a los combustibles fósiles, lo que permite utilizarlos como sustituto del gasóleo en máquinas de trabajo móviles.
En muchos países, este combustible ya está ampliamente disponible en las estaciones de servicio, ya sea en forma de HVO100 puro o mezclado con gasóleo convencional. En cambio, en algunos países el HVO100 sólo puede venderse a través de grupos cerrados de usuarios, como las estaciones de servicio de las empresas. Sin embargo, los esfuerzos internacionales indican que el HVO100 pronto estará disponible a nivel transnacional bajo la norma de combustible DIN EN 15940 (combustible diésel parafínico procedente de síntesis o hidrotratamiento).