Coincidiendo con el 50 aniversario de la planta de Bayer en Quart de Poblet, la filial ibérica ha presentado desde allí las cifras del último ejercicio, un año muy complejo como destacaba Bernardo Kanahuati, CEO de Bayer en España y Portugal, en el que la compañía ha conseguido mantener su facturación en España en línea con el año anterior con unas ventas netas de 667 millones de euros (-0,3%), mientras que ha aumentado su inversión un 9%, hasta un total de 65,5 millones de euros.
Crop Science termina 2020 siendo el área de Bayer que más crece en España
A nivel global, la facturación de la compañía ascendió durante el último ejercicio a 41.400 millones de euros, de los que 18.840 millones de euros corresponden al área de Crop Science (que ha crecido un 1,3% fundamentalmente debido a las áreas de América Latina y Asia Pacífico), le sigue de cerca Pharmaceuticals con 17.243 millones de euros y un ligero descenso del 1,5%; y finalmente Consumer Health (productos de autocuidado) con algo más de 5.000 millones de euros, y un incremento del 5,2%.
La inversión global en innovación de la multinacional durante el año pasado fue de 4.900 millones de euros en todas las áreas de la compañía, de las que en la parte agrícola se ha puesto el foco en el desarrollo de semillas de alto valor y en la transformación digital.
Esta innovación, como ha destacado Kanahuati, comprende dos aspectos, por un lado el portafolio de producto y el desarrollo de tecnología punta, y por otro la forma en que Bayer colabora con otras compañías, ya que desde hace tres años la compañía busca un equilibrio entre la innovación interna y externa, por lo que en estos momentos trabajan con más de 35 startups.
De la inversión realizada en España en 2020, 27,9 millones de euros han sido para infraestructuras y proyectos de eficiencia energética y 37,6 millones de euros se han destinado a innovación de producto (siendo mayoritaria la inversión en el área de salud humana con un total de 21 millones de euros).
En cuanto a las ventas realizadas en España, el principal contribuidor es el área de Pharmaceuticals con 332 millones de euros (-2,4%) pero el área que ha experimentado un mayor crecimiento ha sido Crop Science con un total de 239 millones de euros, que representan un 5,9% más que en 2019, gracias sobre todo a los buenos resultados de tanto del negocio de semillas Dekalb como el de soluciones insecticidas (muy especialmente Movento) y la gama de fungicidas.
Protasio Rodríguez, director de la división de Crop Science de Bayer Iberia, comenzaba esta mañana su intervención destacando que 2020 ha sido un año muy especial por el orgullo que supone para ellos haber contribuido a la resiliencia de la cadena alimentaria en plena pandemia del Covid-19, así como porque es la primera vez que funcionan como un solo equipo desde la adquisición de Monsanto.
Para Rodríguez la innovación es parte esencial de lo que hacen, y para ello cuentan con dos grandes áreas de I+D (con una inversión de más de 16 millones de euros): con un centro en Brenes (Sevilla) que trabaja en el desarrollo de nuevas moléculas y formulaciones; y los centros de Murcia y Almería que trabajan en adaptar variedades mejoradas de cultivos horíticolas tanto al mercado español como a nivel global.
Para continuar alimentando una población –que se espera que a nivel mundial aumente un 30% en los próximos 30 años–, con los recursos limitados del planeta (suelo, agua, etc), Bayer apuesta por combinar semillas mejoradas con innovación en protección de cultivos (ya sea con productos sintéticos o biológicos) y soluciones y servicios de tecnologías digitales que permitan al agricultor tomar mejores decisiones para ser más precisos, más eficaces, reduciendo el impacto ambiental, mejorando los rendimientos y ahorrando en costes y energía.
En la búsqueda de un modelo de agricultura más sostenible que permita secuestrar CO2 y reducir un 30% el impacto de la protección de cultivos, Bayer trabaja en dos ejes fundamentales:
- La transformación digital con herramientas concretas que ponen en manos de los agricultores para que tomen mejores decisiones, como Nematool –que es una sonda que permite al agricultor saber a través de su teléfono móvil si va a tener un ataque nematodos– o la plataforma FieldView, que cuenta ya en nuestro país con más de 1.300 agricultores y 220.000 hectáreas de cultivo.
- Productos biológicos, que respetan la fauna auxiliar y contribuyen a reducir los residuos. Rodríguez ha destacado las soluciones De Pura Cepa (con productos como Sonata, Serenade y Flipper), recomendados tanto en agricultura ecológica como para una gestión integrada de plagas y Vynyty Citrus, que es una composición de feromonas y un piretroide para dar respuesta a varias plagas en el cultivo de los cítricos y especialmente al cotonet de Sudáfrica.
Estas soluciones, ha subrayado el director de la división de Crop Science de Bayer Iberia, son instrumentos importantes de cara a alcanzar algunos de los objetivos que se plantean en las Estrategias De la Granja a la Mesa y Biodiversidad 2030 de la Comisión Europea, “en las que consideramos que hay propuestas muy interesantes que van encaminadas a lograr una agricultura más sostenible”, apunta, “si bien es cierto que en nuestra opinión el debate debería ser menos cuantitativo, menos centrado en la reducción de cantidades, y más centrado en la reducción del impacto ambiental de las soluciones que se proponen”.
Rodríguez no ha querido concluir su intervención sin mencionar Food Chain Partnership, el programa en el trabajan con más de 90 explotaciones españolas en el desarrollo de programas en protección de cultivos; y un nuevo proyecto, Bayer Foward Farm, una finca modelo que se inaugura esta primavera en Sevilla, que se enmarca dentro de una red global en la que ya participan otros once países, y en la que se trabajará en el desarrollo de nuevas soluciones, tecnologías y herramientas que permitan a los agricultores producir de una forma más sostenible.