Durante la mesa redonda titulada "Innovación y estado actual en el ámbito de los tratamientos del olivo", celebrada el pasado 12 de mayo en el marco de un ciclo de seminarios que se está realizando con motivo del 20 aniversario de Expoliva, Francisco Morell, Agronomy Europe Lead de ICL, ha presentado las ventajas que ofrece Polysulphate como fuente de potasio y como aporte de macroelementos secundarios.
ICL pone en marcha dos proyectos para evaluar los beneficios de Polysulphate en olivar
Producido exclusivamente por ICL, Polysulphate es un fertilizante natural para olivar convencional y ecológico, que aporta potasio, magnesio, calcio, y azufre en forma de sulfato.
Con el fin de evaluar su uso en la fertilización del olivar, ICL ha puesto en marcha a comienzos de este año dos ensayos a largo plazo, con el fin de evaluar la respuesta del cultivo y del suelo al aporte de Polysulphate.
El primer ensayo es en olivo ecológico, en Madrigalejos (Cáceres) con el soporte técnico del Cicytex. Se trata de un olivar intensivo, en conversión a ecológico, con una plantación de 14 años de la variedad Arbequina y nivel de producción de entre 7.000 -8.000 kilos de oliva/ha, y 1.200-1.500 kilos de aceite por hectárea.
En este ensayo se va a evaluar el encaje de Polysulphate en el caso de conversión de olivar convencional a ecológico con tres objetivos: mantener el nivel de producción; pasar de una proporción de 20-80 del aporte de fertilizantes entre sólido-fertirriego, a 80% del aporte en sólido y el 20% con el riego; y, por último, mejorar la fertilidad del suelo.
El segundo ensayo, en olivo convencional, en la localidad de Baeza (Jaén), se ha establecido en colaboración con el International Potash Institute y con la coordinación técnica y científica de Juan Vilar y Asociados. Se trata de una plantación, de 40 años de edad, variedad picual, con un nivel de producción en torno a los 20-25.000 kg/ha de oliva, y 6.000 kilos de aceite por hectárea.
En este caso se está evaluando el uso de Polysulphate, dentro del plan de fertilización, así como aportes foliares de potasio, y haciendo un seguimiento en detalle de la respuesta del cultivo.
Estos dos ensayos forman parte de estudios que se llevarán a cabo durante al menos los próximos tres años, evaluando también el impacto ambiental de cada estrategia y la huella de carbono de la producción de 1 litro de aceite con Polysulphate (que parte de una huella de carbono de producción de tan solo 34 g de CO2e por cada kilo de producto).
Francisco Morell terminó su ponencia destacando que “necesitamos innovar para adaptarnos a los nuevos esquemas de producción, como la producción ecológica, y mejorar la eficiencia en el uso que hacemos de los recursos para mejorar la rentabilidad del olivar, y la conservación del entorno rural y natural. Lograr reducir la huella de carbono y mejorar la sostenibilidad de la producción de aceite de oliva son objetivos fundamentales. Y en este contexto, esta es la propuesta de productos y tecnologías innovadoras que ofrece ICL para conseguirlo”.