Cómo la colaboración abre un futuro sostenible: el modelo de innovación abierta de Bayer

En Bayer, la innovación forma parte de su ADN y constituye el núcleo de su propósito para conseguir que la ciencia permita una vida mejor. La compañía está comprometida con la mejora de su cartera actual de productos, así como con la búsqueda de innovaciones pioneras que seguirán configurando la agricultura en el futuro, pero tiene claro que no puede hacerlo sola. Por ello apuesta por un modelo de innovación abierta (Open Innovation).

Cómo la colaboración abre un futuro sostenible: el modelo de innovación abierta de Bayer

Bob Reiter, jefe de I+D de la división CropScience de Bayer, mantuvo ayer un debate con alugunos de los mejores profesionales de la innovación agrícola como Tom Adams, director general y cofundador de Pairwise; John Dombrosky, director general de la empresa Oerth Bio; y Michael Ott, director general de Rantizo, en un evento organizado en streaming por la multinacional.

En dicho panel se mostró el importante papel de la innovación colaborativa como potencial solución de algunos de los problemas más acuciantes de la agricultura, y todo ello, sin dejar de proteger el planeta e impulsar el crecimiento. En esta sesión, también se explicó cómo el modelo de innovación colaborativa de Bayer está permitiendo descubrir nuevas herramientas y vías para impulsar soluciones innovadoras para la agricultura.

Para Reiter es una gran oportunidad poder trabajar en los ecosistemas de estas empresas y formar parte de ellos. Están buscando conjuntamente una solución personalizada, que sea la solución del futuro. Conseguir llegar con las semillas y la protección de cultivos al nivel de cada agricultor particular y para cada situación particular. Se trata de poder construir más resiliencia en los sistemas alimentarios. Es fundamental que “compañías como la nuestras ayuden a mejorar las necesidades de los agricultores y la agricultura”, insiste Reiter.

Dentro de las empresas que han pasado a formar parte de la estructura de colaboración con Bayer, Pairwise es una start up creada en 2018 que, mediante la aplicación de la ingeniería genética, está investigando para la creación de nuevas variedades que permitan a los agricultores reducir la cantidad de insumos y ser más productivas, siempre dentro de un marco de sostenibilidad de alimentación saludable.

Tom Adams, director general de Pairwise, recalca que esta tecnología genética es capaz de trabajar con grandes poblaciones y en poco espacio de tiempo elegir los individuos que más interesen, avanzando de esta manera hacia una mayor productividad para los agricultores. Pero tiene claro que para que las nuevas variedades tengan éxito todos los eslabones de la cadena tienen que beneficiarse de los progresos, desde el productor hasta el consumidor. En este momento han localizado algunos eventos genéticos que pueden tener un impacto en el consumo, y pone como ejemplo una col rizada que mantiene todas las propiedades beneficiosas para la salud de la col pero con la palatabilidad de una lechuga romana.

Con respecto al desarrollo de su empresa, señala que es una de las cosas interesantes al empezar en una start up es que se empieza “con un lienzo en blanco”. Cuando empezaron las contrataciones estaban buscando personas de muy diferentes planos (farmacéutica, tecnología, etc.) y nunca les ha importado “ser diferentes juntos”. Esto les ha dado muy buenos resultados. “Nosotros somos grandes y tenemos grandes retos, a pesar de ser pequeños”, subraya Tom. En cuanto a la colaboración con Bayer, insiste en que esta multinacional ha hecho un excelente trabajo en el sentido de la comunicación con su empresa y en el apoyo que les hace crecer cada día. Acaba su exposición diciendo que no se puede obviar que “con la genética se pueden hacer cosas maravillosas”.

John Dombrosky es el director general de Oerth Bio, la empresa líder en tecnología para la degradación de proteínas aplicada a la agricultura. Su camino pasa por convertirse en una pieza fundamental del desarrollo de productos para la agricultura usando una tecnología que está transformando el futuro de la forma de cultivar. Las proteínas son convertidas en moléculas pequeñas y con ello se pueden obtener objetivos antes impensables.

Esta tecnología abre grandes posibilidades por ejemplo en el campo de la oncología, llevando este camino de proteólisis a resolver mutaciones y resistencias. En agricultura su aspiración es poder crear química a nivel molecular que sea muy precisa. “Lo más sobresaliente para nosotros en nuestra colaboración con Bayer es la infraestructura que nos aporta, no hay una empresa que pueda hacerlo todo, se requiere un sistema integral para llegar juntos a un futuro mejor. Un sistema más amplio de salud para la agricultura del futuro”, comenta John. Y añade, “es fantástico, se pueden hacer grandes cosas en el mundo de la agricultura. Y gracias al modelo abierto de Bayer, estamos acelerando los procesos y está siendo una colaboración muy eficiente”.

En el panel también participó Michael Ott, director general de Rantizo, una empresa con sede en Iowa (EE.UU) que está especializada en la utilización de drones en la agricultura. Actualmente tiene licencia para trabajar volando drones en campos de cultivo para hacer tratamientos fitosanitarios o para la siembra de semillas. Todo el proceso es automático. Pueden poner los insumos donde se necesitan y en el momento en el que se necesitan, independiente de las condiciones del suelo o del clima. Los drones son capaces de volver a la base para recargarse solos y regresar al punto de la parcela anterior para continuar su labor (siembra, abonado o control de malas hierbas, enfermedades o plagas). Además esta tecnología permite compartir los datos y cumplir con la trazabilidad.

Para Bayer, como proveedor de insumos agrícolas, esta tecnología garantiza el uso de sus productos de la forma más eficiente y eso es suficiente razón para que su colaboración con Rantizo sea más que provechosa. Michael aclara que “muchos hablan de que los drones son el futuro, pero en realidad son el presente. Ya trabajamos en 18 estados, estamos creciendo y trabajar con Bayer nos ha dado mayor credibilidad y nos ha servido para tener un crecimiento más acelerado y sostenible. Tenemos la capacidad de llevar cualquier cosa por los aires y las aplicaciones de alto valor y poco volumen son nuestra especialidad. Por ejemplo, hay infestaciones que se pueden controlar con solo aplicar el 30% de la superficie de la parcela y eso es difícil hacerlo con los métodos tradicionales. Otra ventaja que presenta este sistema es el menor volumen de caldo requerido por aplicación” subraya Michael.

 

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