Presentada por primera vez el 20 de octubre de 1977, esta máquina mecanizó las tareas de elevación y carga en las obras de construcción, que habitualmente eran llevadas a cabo por un pequeño equipo de hombres. El potencial del Loadall en la agricultura también se constató rápidamente, revolucionando las tareas de manipulación de materiales en granjas, apilando fardos, cargando estiércol y traspaleo de grano.
JCB celebra el 40 aniversario de la manipuladora telescópica Loadall
Actualmente, la producción diaria de manipuladoras telescópicas JCB en la sede central de Staffordshire se encuentra en su nivel más alto, y se espera que el número de máquinas crezca un 25% para final de año en comparación con 2016. Tal es el éxito del producto, que cada seis minutos sale una Loadall de la línea de producción de JCB en Rocester. Esta línea de negocio emplea a más de 1.200 personas.
«Cuando lanzamos el Loadall en 1977, vendimos solo 64 máquinas ese año, pero confiamos en que la manipuladora telescópica aumentaría su popularidad, simplemente porque consiguió que los trabajos fueran mucho más fáciles en las obras y en las granjas. El concepto pronto despegó y la fé que pusimos en este equipo hace cuatro décadas se ha visto recompensada», recuerda el presidente de JCB, Lord Bamford.
«Es maravilloso –continúa– celebrar los 40 años de éxitos de Loadall con niveles históricos de producción. Me gustaría felicitar a todos los que a nivel mundial han contribuido a este éxito en los últimos 40 años. Ahora iniciamos el camino de otros 40 años, aprovechando lo que hemos logrado hasta ahora».
Eddie Finney, que tiene 59 años, es de Rocester, y jefe de equipo de Loadall, comentó: «Comencé mi carrera en JCB en 1976 en el taller de máquinas, pero al año siguiente, comencé a trabajar en la línea de montaje de Loadall. En ese momento solo había cuatro Loadalls saliendo de la línea de producción cada día. No puedo creer el volumen que hemos logrado 40 años después».
Kevin Holley, de 60 años, de Uttoxeter, trabaja en una máquina láser para la fabricación de la Loadall, y apuntaba: «Me uní a JCB en 1978, trabajando en un cortador de gas para varios tipos de máquinas. Luego pasé a ser cortador de perfil de gas para la división Loadall. En ese momento, con solo cuatro máquinas que salían de la línea al día, se pensaba que Loadall era menos importante porque su producción no era tan alta como la de la retroexcavadora. Pero pude ver el potencial de inmediato. Hacía cosas increíbles y nadie más tenía algo así».
Keith Weston, de 61 años y vecino de Marston Montgomery, cerca de Rocester, trabajó en mantenimiento en JCB desde 1973. Añadió: «He estado en mantenimiento general de fabricación durante la mayor parte de mi carrera, pero fui responsable de la voladura y la pintura en el ensamblaje de la línea de producción de la Loadall en la década de 1980. En los primeros días no pensé que la manipuladora telescópica alcanzaría el volumen de ventas que tiene. Me enorgullece haber trabajado en eso».
JCB tardó casi 30 años en vender las primeras 100.000 manipuladoras telescópicas, pero en menos de 10 años se vendieron las siguientes 100.000, una prueba más de la creciente importancia del producto y la fortaleza de JCB en este sector.