Deere & Company termina el año fiscal 2021 con un beneficio neto de 5.243 millones de euros y 16,7 euros por acción, frente a los 2.419 millones y 7,64 euros por acción del ejercicio anterior. Su volumen de ingresos a nivel mundial creció un 24%, hasta llegar a los 38.711 millones de euros. Los ingresos por ventas de las operaciones de equipos ascienden a 34.941 millones de euros, en comparación con los 27.500 millones de euros de 2020.
John Deere cierra el año fiscal con un beneficio neto de 5.243 millones de euros
“Los buenos resultados del cuarto trimestre y de todo el año son gracias a la dedicación de nuestros empleados, concesionarios y proveedores de todas partes del mundo, que nos han ayudado a mantener las operaciones y a dar servicio a nuestros clientes”, afirma John C. May, presidente y director ejecutivo de John Deere. “Nuestros resultados reflejan una fuerte demanda del mercado y nuestra capacidad de seguir dando servicio a nuestros clientes mientras gestionamos las cuestiones relativas a la cadena de suministro y las negociaciones contractuales
con nuestro mayor sindicato».
La compañía ha llegado a un acuerdo de seis años de duración con la UAW (United Automobile, Aerospace and Agricultural Implement Workers of America), que muestra su «compromiso permanente por ofrecer mejores salarios y beneficios”, apunta May.
Se prevé que el beneficio neto de Deere & Company para el año fiscal 2022 se sitúe en un rango de entre 5.700 y 6.150 millones de euros. “De cara al futuro, esperamos que la demanda de maquinaria agrícola y de construcción continúe beneficiándose de principios positivos como los precios favorables de los cultivos, el crecimiento económico y un aumento de la inversión en infraestructura,” aseguró May. “Asimismo, prevemos que la presión en la cadena de suministro seguirá planteando retos en nuestros sectores. Estamos trabajando estrechamente con nuestros proveedores para abordar estas cuestiones y asegurar que nuestros clientes puedan suministrar alimentos e infraestructuras esenciales de una manera más rentable y sostenible”.
Los ingresos netos de todo el año 2020 se vieron afectados negativamente a causa de los costes de la depreciación y del cese de actividad de los empleados, con un coste de 402 millones de euros después de impuestos. Además, los ingresos netos se vieron igualmente afectados de manera desfavorable por pequeños ajustes con las provisiones relativas a los impuestos sobre la renta.