John Deere Innovation Center cumple su primer año con nueve proyectos para cultivos de alto valor añadido en marcha

John Deere Innovation Center cumple su primer año con nueve proyectos para cultivos de alto valor añadido en marcha

John Deere Parla Innovation Center cumple un año con el impulso de nueve proyectos para cultivos de alto valor añadido, siete de ellos en los que cooperan una start-up y una empresa especializada en sistemas de producción de cultivos permanentes de las nueve que integran este centro de innovación, y otros dos proyectos que son investigaciones lideradas por la Escuela Superior de Ingeniería Agronómica de la UPM.

Una de las iniciativas más innovadoras de las desarrolladas por startups es la de Graniot, firma que ha creado un algoritmo para el conteo y la estimación del volumen de copa de los árboles con tecnología de teledetección satelital, y que se apoya en la mentoría de Yara. Ambas empresas trabajan para desarrollar un avanzado sistema de fertilización para olivar que ofrece un enfoque más preciso y minucioso y en el que las imágenes satelitales de muy alta resolución Ultra HD cobran especial relevancia.

Otro proyecto disruptivo es el de Abastores, empresa que busca poner solución al reto que afrontan aquellos agricultores que necesitan vender sus productos rápidamente con precios competitivos. Para ello, ha desarrollado una aplicación que aporta seguridad y objetividad al mercado de las materias primas ofreciendo precios actualizados a diario del maíz, el trigo, la cebada o la avena, entre otros cultivos. De la mano de John Deere, la firma busca ahora consolidarse como el principal marketplace digital expandiendo y explorando nuevos mercados.

Proyectos de la UPM

De los proyectos liderados por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la UPM, el primero estudia la aplicación variable de nutrientes en olivares superintensivos con el uso de mapas de suelo de alta resolución. Se trata de una investigación que responde a la sobrefertilización de estos cultivos gracias a la innovación y desarrollo de tecnologías de olivicultura de precisión novedosas.

El segundo analizará el impacto de la poda en los costes totales de las operaciones de viñedo. Esta investigación responde a las particularidades de un cultivo que requiere de un cuidado y seguimiento minuciosos en línea con la alta exigencia de calidad que precisa la producción de vino. Para ello, se efectuará un estudio comparativo de tres sistemas a largo plazo: poda mínima y poda mecanizada –ambas en espaldera– y poda manual en un sistema sprawl tradicional.

Un terreno para pruebas piloto

Durante los últimos 12 meses el John Deere Innovation Center también ha continuado con las labores de desarrollo y buen crecimiento de los campos experimentales para proyectos piloto de Agricultura 4.0. Un aspecto que permitirá conocer sobre el terreno el desempeño de estas nuevas técnicas agronómicas.

Para ello, cuentan con la colaboración de un agricultor profesional, sistemas de plantación superintensivos para olivo y almendro y sistemas especiales de riego y fertirriego subterráneos. Además, tiene una superficie de cuatro hectáreas de terreno cultivable a modo de campo de pruebas, donde ya se han plantado variedades de última generación de viñedo, cultivos frutícolas y hortícolas, olivares, almendros y pistachos.

 

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