La empresa española King Agro, especialista en la fabricación de barrales de fibra de carbono, ha inaugurado una nueva planta industrial en Picassent (Valencia), tras cinco años de producción y desarrollo en su fábrica de Argentina. Este paso forma parte del acuerdo que firmó en 2014 con la multinacional John Deere, para desarrollar la tecnología de materiales compuestos y producir la línea de barrales en fibra de carbono para los pulverizadores de la marca. King Agro suministrará, en exclusiva, esta tecnología a las fábricas de John Deere en Estados Unidos, Europa y Sudamérica.
King Agro inaugura en Valencia una fábrica de barrales de fibra de carbono para pulverizadores
En la planta, que cuenta con 5.500 m2 de superficie, se han invertido 8 millones de euros y está en condiciones de fabricar 1.800 barrales al año, en un mercado en el que la producción de pulverizadores autopropulsados a nivel global se estima entre 10.000 y 14.000 máquinas anuales.
Actualmente, el parque de máquinas pulverizadoras activas en el mundo es de entre 50.000 y 70.000 unidades, teniendo en cuenta que la maquinaria tiene un promedio de renovación de seis años. La nueva planta de Picassent supondrá un impulso económico y laboral para la zona, ya que permitirá crear entre 80 y 100 empleos cualificados en los próximos 18 meses.
King Agro es una pyme especializada en la utilización de fibra de carbono para el sector náutico, que revolucionó la industria de los pulverizadores agrícolas al fabricar los primeros y únicos barrales de fibra de carbono que existen en el mundo. “Nuestro objetivo es cambiar el paradigma del acero en la maquinaria agrícola. Creemos que los barrales de fibra de carbono son solo el principio de una tendencia que cuenta con innumerables ventajas vinculadas al incremento de la productividad, la disminución de costes operativos y una menor compactación de los suelos debido al menor peso de los equipos”, expresó Guillermo Mariani, presidente de King Agro.
Por su parte, Enrique Guillén, directorgeneral en John Deere Ibérica, apuntó que “el hecho de que se inaugure esta fábrica con tecnología punta de fibra de carbono aplicada a la maquinaria agrícola es un hito histórico. Esta alianza con King Agro demuestra, una vez más, el compromiso de John Deere con la innovación”.
Desde King Agro aseguran que el tradicional parque de pulverizadores -sean autopropulsadas o de arrastre- trabaja con barrales de 25 m de promedio. Al utilizar barrales de 36 y 40 metros de labor se deja de pisar el 2% de los cultivos debido a que la máquina requiere menos pasadas para cubrir el misma área. La disminución del recorrido implica que se cosecha un 2% más y se ahorra el 10% del combustible.
Por qué fibra de carbono
La fibra de carbono es seis veces más resistente que el acero y 5,5 veces más ligera que el acero. Estas características hacen posible que los barrales diseñados por King Agro puedan ser utilizados en equipos más reducidos y, además, cuenten con anchos de trabajo de 30, 36 y 40 m, con capacidad para pulverizar a 40 km/h de velocidad.
La aplicación de las propiedades de la fibra de carbono a los barrales de los pulverizadores permite construir piezas de un ancho de labor mayor al alcanzable con los materiales tradicionales, manteniendo un peso menor y comportamiento dinámico mejor que la pieza original metálica. Además, se incrementa la productividad tanto por el aumento del ancho de labor, como de la velocidad de giro en las cabeceras del campo y durante los transportes.
Lo anterior también impacta en un ahorro de combustible, menor compactación de suelos y menor pisado del cultivo. Otro beneficio de la fibra de carbono combinada con resina epoxi es la no corrosión de las partes. No se oxida ni es afectada por los agroquímicos. Esta ventaja, junto al hecho de que la fibra de carbono es más resistente al esfuerzo que el acero, aumenta la vida útil de los barrales significativamente.