Koppert muestra su red de campos de demostración de sus métodos de control biológico
Koppert ha presentado esta semana en Fruit Attraction su red mundial de campos de demostración (Field Trials), formada por más de 300 fincas de cultivos protegidos y al aire libre distribuidas por Europa (casi 30 en España), Reino Unido, África y América. Sus resultados confirman que el uso del control biológico contribuye a un aumento de la producción, reduce notablemente el número de frutos dañados por las plagas y además incrementa el beneficio económico por hectárea.
En las fincas de demostración, los productores aprenden que el clima, la geografía, el momento y los métodos de aplicación afectan a la eficacia de las soluciones biológicas de protección de cultivos. Además, pueden observar por ellos mismos en situaciones reales cuál es la eficacia del control biológico y el retorno de la inversión para las empresas que confían en este método sostenible de control de plagas y enfermedades.
“Gracias a las fincas demostrativas conseguimos trasladar eficazmente nuestra experiencia a los agricultores”, explicaba Valter Ceppi, Business Development Manager de Koppert, en la presentación realizada en Fruit Attraction y añadía: “El control biológico está en constante evolución y nuestro reto es conseguir llevar a los cultivos al aire libre las mismas innovaciones que ya están consolidadas en los cultivos de invernadero”.
Control de plagas
Los nematodos beneficiosos, también conocidos como nematodos entomopatógenos, son una de las soluciones de control biológico que ofrece Koppert. Gracias a estos gusanos microscópicos, los frutos dañados por las plagas en cultivos como manzana o patata se reducen un 30%. En viña, el uso de insectos beneficiosos, que son enemigos naturales de la plaga de cochinilla, consigue que el número de ejemplares de cochinilla por racimo sea de 11, frente a los 214 ejemplares por racimo que se registran habitualmente cuando se lleva a cabo un control de plagas convencional.
Beneficio económico
Especialmente significativos son los incrementos obtenidos en el beneficio económico para el productor. En trigo cultivado con control biológico, los ingresos por hectárea se incrementan en 225 euros, en comparación con fincas que utilicen control convencional de plagas. En zanahoria cultivada con control biológico, los ingresos se incrementan en 860 euros por hectárea, y en tomate procesado el beneficio aumenta hasta 1.630 euros más por hectárea, según los datos facilitados por Felipe Capobianco, responsable global técnico de Desarrollo de Mercado. En maíz cultivado con control biológico, el rendimiento es 300 veces mayor.
También el uso de abejorros para la polinización también contribuye a un incremento de la producción. Resultados obtenidos en almendro confirman que un 34% más de flores se transformaron en fruto, gracias al uso de las colmenas de abejorros Natupol de Koppert.
Otras ventajas
Además del retorno de la inversión, el control biológico ofrece otras ventajas importantes: no deja residuos, no necesita plazo de seguridad, no genera resistencias, es seguro para el medio ambiente y muy fácil de usar.