Koppert recomienda iniciar el control preventivo del minador
Tras varios años con escasa o nula presencia en los cultivos de invernadero, la plaga del minador ha reaparecido con fuerza en el cultivo de tomate, y se ha detectado en cultivos de calabacín, especialmente en la zona del Levante almeriense. Para evitar una incidencia grave de esta plaga en cuanto las temperaturas comiencen a subir, Koppert recomienda iniciar una estrategia de control biológico preventivo inmediatamente tras detectar los primeros síntomas que confirmen su presencia.
Las señales más claras se observan en las hojas, que aparecen marcadas con los inconfundibles puntos blancos o negros que produce el minador al alimentarse o al hacer las puestas de huevos. La existencia de estos puntos identifica claramente la presencia del minador, ya que las galerías en las hojas también pueden confundirse con las que construye la Tuta absoluta.
Para desarrollar con éxito el control biológico de esta plaga, Koppert recomienda sueltas de la avispa parásita Diglyphus isaea (Miglyphus), en la foto, en combinación con placas adhesivas amarillas Horiver colocadas cerca del suelo. Estas dos acciones pueden complementarse con sueltas de Dacnusa sibirica, otra avispa parásita que Koppert comercializa con la marca Minusa.
Ambas avispas parásitas se caracterizan por su gran movilidad, por lo que no es necesario hacer sueltas muy localizadas. Es suficiente con realizar sueltas en varios puntos del invernadero, ya que las avispas parásitas son capaces de recorrer distancias considerables en busca de plaga que le sirva de alimento.
Koppert recuerda que la eficacia en el control biológico está directamente relacionada con el momento de actuación. Es muy importante tomar siempre las decisiones con el respaldo de un asesoramiento técnico cualificado.