La Alianza por una Agricultura Sostenible (Alas) ha organizado un desayuno de prensa virtual sobre “Agricultura y biodiversidad”, patrocinado por Bayer, y en el que han participado el presidente de la alianza, Pedro Gallardo, y el biólogo y ornitólogo, Ángel T. Mejías para analizar los desafíos que plantean las estrategias de “De la granja a la mesa” y “Biodiversidad 2030” de la Comisión Europea para la actividad agraria.
La Alianza por una Agricultura Sostenible celebra un encuentro sobre «Agricultura y biodiversidad»
La Estrategia Biodiversidad 2030 pretende transformar un mínimo del 30% de las tierras y mares de Europa en zonas protegidas y devolver a un mínimo del 10% de la superficie agrícola unos elementos paisajísticos muy variados, explican desde esta asociación. “La aplicación de esta estrategia como la De la granja a la mesa no se logrará sin la implicación de los agricultores y ganaderos ni sectores de insumos agrícolas, dentro de un debate abierto y sincero de cara a una transición flexible de sus objetivos”, explicaba Pedro Gallardo.
Durante este encuentro el presidente de Alas también puso en valor el esfuerzo de los agricultores en la protección del medio ambiente y la biodiversidad al abrazar prácticas de producción integrada, agricultura de precisión o agricultura de conservación, además de apoyar la edición genómica. “Nos inclinamos hacia la mitigación de impactos ambientales, diversificamos los hábitats naturales y sembramos cubiertas vegetales multifuncionales para la fauna y flora silvestre en nuestros campos y nos preocupamos por formarnos ambientalmente con la ayuda de expertos”, concluía.
Un ejemplo de ello, fue expuesto por Ángel T. Mejías, biólogo y ornitólogo, que trabaja en proyectos medioambientales, como el proyecto Baydiversity de Bayer. “Asesoramos en la mejora de la biodiversidad, que nos puede proporcionar unos servicios ecosistémicos naturales beneficiosos como la producción de agua limpia, la polinización, la descomposición de residuos, etc., que el agricultor puede potenciar finalmente para el ahorro de costes, un 20% menos combinando el control biológico y químico contra plagas y enfermedades de los cultivos, por ejemplo”, explicaba en su intervenció.
Mejías elabora planes de acción de conservación, que consisten en la evaluación de las áreas naturales en la finca agrícola, mediante la catalogación de las especies de flora y fauna, para continuar con la elaboración de recomendaciones prácticas para gestionar, recuperar y potenciar esas zonas de alto valor natural.
Entre las actuaciones para proteger la biodiversidad que suelen generalizarse están las rampas de escape en embalses de riego, restauración ecológica de zonas degradadas, cajas nido, hoteles de insectos, islas de vegetación o creación de setos para el control biológico de plagas, además de acciones formativas para los agricultores.