Viveros Hernandorena aplica el control biológico en su vivero de frutales
Uno de los pilares del sello Fiabilidad Varietal de Viveros Hernandorena es el Control Integrado de Plagas y Enfermedades, y dentro de este, su principal estrategia frente a las plagas es el uso de fauna auxiliar. Un control biológico pionero, en el que llevan trabajando más de 10 años con un rotundo éxito, creando precedentes al haber establecido protocolos de actuación propios.
“Cuando empezamos hace 10 años, no había referencia de cómo se podrían comportar la fauna auxiliar en viveros de frutales. Por ello, hemos tenido que ir analizando cada enemigo natural, su instalación y control de la plaga en cuestión, estableciendo protocolos propios, ya que los enemigos naturales no se comportan igual en todas las especies ni en todos los agroecosistemas”, explica Eva Lacuesta, responsable del Departamento Técnico de Viveros Hernandorena.
Este departamento hoy lo conforman dos técnicos más, que desarrollan un trabajo muy especializado y que exige una formación continua pues la presencia de plagas y su incidencia en los cultivos cambia de forma constante. “Para que el control biológico sea efectivo, no solo basta con la suelta de la fauna auxiliar. Hay que realizar una importante labor de estudio y de prevención, para asegurar la instalación del enemigo natural, para que además así, cuando la planta llegue a la zona de producción del cliente, lo haga con el depredador o parasitoide instalado y sin plaga”, añade Lacuesta.
Araña roja
Ante la necesidad de control de la araña roja y la falta de bibliografía, el departamento técnico comenzó a realizar ensayos con fauna auxiliar, y junto con la Universidad Politécnica de Valencia, comenzaron a instalar y estudiar organismos beneficiosos para el control de esta plaga.
“Comenzamos con la suelta de fitoseidos para el control de la araña roja, y hoy somos capaces de controlar otras plagas en el vivero y hacerlo con distintos organismos de control”, argumenta Eva Lacuesta. Un claro ejemplo de esta especialización que ha alcanzado Viveros Hernandorena son los parasitoides identificados e instalados en su cultivo mediante las plantas banker, en su mayoría himenópteros de la familia de los bracónidos: especies concretas como Aphidius spp. (en frutal) o Lysiphlebus testaceipes (en algarrobo).
“Mediante estas plantas banker, logramos un equilibrio en la fauna auxiliar dentro del vivero, que contribuyen a su instalación, refugio y presencia durante todo el año, logrando así mejoras en el resultado del control biológico”, explica la responsable del Dpto. Técnico.
Más allá del control de plagas
La apuesta de Viveros Hernandorena por el control biológico de plagas trasciende del interés sanitario del cultivo. Bajo ese sistema de gestión busca una metodología más sostenible medioambientalmente, pero también más respetuosa con el entorno laboral y con la salud de las personas que conforman el equipo de Viveros Hernandorena.
“Es un camino en el que comenzamos a transitar hace 10 años, convencidos de que es la mejor estrategia y donde ya no hay vuelta atrás. Ha costado importantes inversiones a la empresa, tanto económicas como de tiempo, pero hoy podemos estar seguros de que es más eficiente y eficaz y sobre todo más sostenible, aspecto este último hacia el que caminan todas las directrices europeas”.