Yara y Cepsa se alían para conectar Europa con hidrógeno verde
Yara y Cepsa han sellado una alianza estratégica por la cual Yara Clean Ammonia suministrará Cepsa amoniaco verde, lo que permitirá a la compañía energética establecer un corredor marítimo de hidrógeno limpio entre los puertos de Algeciras y Rotterdam (Países Bajos) para la descarbonización de la industria y el transporte marítimo europeos. A la firma del acuerdo han asistido Sus Majestades los Reyes de España, Felipe VI, y de Holanda, Guillermo Alejandro.
«Esta asociación sentará unas bases sólidas para que los esfuerzos industriales garanticen amoniaco e hidrógeno verde para varias aplicaciones downstream en Europa, al tiempo que se aseguran los objetivos de transformación energética. Estamos encantados de formar parte de esta iniciativa de colaboración», ha declarado Magnus Krogh Ankarstrand, presidente de Yara Clean Ammonia.
El acuerdo también allana el camino para que Cepsa suministre las primeras moléculas de hidrógeno verde a sus clientes utilizando la base de suministro global y la huella logística de Yara Clean Ammonia (YCA). Esto, a su vez, permitirá a la energética empezar a comercializar hidrógeno y amoniaco verdes a clientes industriales y marítimos en Rotterdam y Europa central.
«Los acuerdos de hoy son un paso crucial hacia la viabilidad a largo plazo del Valle del Hidrógeno Verde de Andalucía y la puesta en marcha del primer corredor marítimo de combustibles sostenibles que unirá el sur con el norte de Europa. El hidrógeno verde y sus derivados son la solución más rápida, viable y competitiva para acelerar la transición energética en el transporte pesado y asegurar la independencia energética de Europa», ha declarado Maarten Wetselaar, consejero delegado de Cepsa.
El amoniaco verde es una de las alternativas más eficaces para descarbonizar el transporte marítimo. A partir de 2026, se espera que las navieras amplíen el uso de este combustible sostenible para reducir las emisiones de CO2 en un 100%. Tanto su producción, combinando hidrógeno y nitrógeno limpios de la atmósfera, como su uso como combustible son neutros en carbono.
Además, es más fácil y sostenible transportar amoníaco que hidrógeno, ya que se puede transportar a mayor temperatura y una vez transportado, el amoníaco verde puede volver a convertirse en hidrógeno para su distribución, como se hará en el puerto de Rotterdam, donde se está construyendo una terminal para realizar esta conversión y canalizar el hidrógeno verde por tuberías hasta Alemania, Bélgica, Dinamarca o los Países Bajos.