ENESA apremia a realizar las peritaciones y pagar pronto el seguro por sequía
La Comisión Permanente de Adversidades Climáticas del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) mantuvo una reunión de trabajo el viernes 28 de abril, presidida por el Subdirector General de Análisis, Prospectiva y Coordinación, para analizar diferentes aspectos de la actual situación de sequía.
Esta Comisión se volverá a reunir en una semana y el Ministerio se comprometió a estudiar las propuestas presentadas por las organizaciones agrarias, así como a realizar un seguimiento continuado de la situación.
Por su parte, la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, aseguró que desde la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) se instó al pool de compañías privadas aseguradoras, Agroseguro, a que en las zonas donde la situación de sequía es irreversible se hagan bien las peritaciones y se paguen pronto las indemnizaciones por este siniestro.
Desde el Ministerio, señaló García Tejerina, se es consciente de la sequía “agronómica” que, en algunos casos, coincide con la sequía “hidrológica” y anunció que esta semana se publicará la Orden de Hacienda, que rebajará los módulos del IRPF en un tercio para las producciones de cereales, bovinos de leche y ganadería extensiva, entro otros sectores, y que supondrá una rebaja efectiva de la base imponible de unos 300 millones de euros.
A la citada reunión asistieron representantes de las organizaciones profesionales agrarias y de Cooperativas Agro-alimentarias, y de las comunidades autónomas afectadas por la situación de sequía, así como diferentes unidades del Departamento ministerial relacionadas con esta materia.
La reunión permitió compartir información sobre la situación y los daños observados en cultivos y pastos, así como conocer los datos preliminares sobre implantación del seguro agrario y siniestralidad.
La situación de sequía afecta a una amplia zona del territorio, especialmente en el cuadrante Noroeste de la Península, siendo especialmente preocupante el déficit de precipitaciones en amplias comarcas de Castilla y León.
Desde el Ministerio se recordó que los mejores instrumentos ante estas situaciones, recurrentes en España, son los que mantiene la Administración Central a través del seguro agrario y los ajustes fiscales. Así, en el caso de la sequía de 2012, las indemnizaciones por sequía superaron los 212 M€ y los ajustes de los índices de rendimiento neto redujeron la base imponible en más de 520 millones.
Mayor coordinación
Por su parte, las organizaciones agrarias, demandaron a las Administraciones públicas una mayor coordinación para analizar la situación y adoptar medidas paliativas ante esta adversidad climática.
En concreto, la Asociación Agraria Jóvenes Agricultura (ASAJA hizo llegar al Ministerio un documento, que recoge la grave situación de sequía por la que atraviesa el sector productor agrario y el conjunto de medidas que, en opinión de esta OPA, se deberían adoptar para paliar los efectos que la sequía está dejando tanto en las producciones de secano y regadío, como en la ganadería.
Las elevadas temperaturas registradas en las últimas semanas y la ausencia de precipitaciones durante prácticamente todo el mes de abril, unido a los fuertes vientos registrados, dieron como resultado, según ASAJA, una primavera extremadamente hostil y seca, que está provocando graves daños tanto en los cultivos herbáceos como en pastos, ganadería y cultivos permanentes.
Hasta el momento, los más perjudicados son los cereales de invierno con unas 550.000 hectáreas afectadas, que se encuentran en una situación límite o se dan ya por perdidas, dependiendo de las zonas productoras.
Los daños son ya irreversibles en 182.000 ha de Castilla y León, Rioja y Navarra. También sufren daños importantes los cultivos en Aragón, Madrid, Castilla- La Mancha, Extremadura y Andalucía, añade esta organización.
En Galicia se registran ya fuertes pérdidas en los cultivos destinadas a henificación y hay mucha incertidumbre con respecto a las siembras de maíz forrajero. En el resto de España la ausencia de pastos naturales está obligando a los ganaderos a alimentar a los animales con pienso, con el gasto extraordinario que esto supone, en un momento, la primavera, en el que los animales deberían estar pastando de forma natural.
Según datos de Agroseguro, con fecha 15 de abril, las indemnizaciones por sequía en pastos alcanzan ya los 12 millones de euros.
Por otra parte, según ASAJA, existe gran temor por la repercusión que pueda tener la ausencia de lluvias en los cultivos permanentes como el olivar y frutos secos, que en el mejor de los casos verán mermadas sus producciones y en el peor se secaran los árboles. En viñedo, la falta de agua también está empezando a afectar a la planta por estrés hídrico, es el caso de Castilla La Mancha.
En cuanto a los cultivos de regadío, ya se han anunciado fuertes restricciones en cuencas como la del Duero y el Miño.
Preocupantes previsiones
A esta situación debemos añadir las preocupantes previsiones que se anuncian para las próximas semanas. Según informaron en la reunión los técnicos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) “en lo que resta de primavera las precipitaciones serán cortas y las temperaturas por encima de la media”. Esto nos hace suponer que la situación de falta de agua se va a agravar aún más y se extenderá de la zona Noroeste peninsular al resto de los territorios y zonas productoras.
Por todo ello, ASAJA considera necesario que se arbitren un conjunto de medidas destinadas a paliar las pérdidas que van a soportar los productores. Estas medidas incluyen, por una parte, modificación de normativas que permitan: aprovechamiento a-diente de las siembras, siega en verde, enterramientos en verde, autorización de riegos de socorro a cultivos leñosos etc. sin que afecten a las ayudas de la PAC. Este paquete de medidas no tiene coste alguno por lo que no necesitaría previsión presupuestaria.
En segundo lugar, entendemos que resulta básico articular ayudas directas de minimis en las explotaciones donde hayan tenido “cosecha 0” como consecuencia de la sequía y por tanto no haya ingresos.
Por último, se deberían aprobar exenciones en las cuotas de la Seguridad Social, tasas agroganaderas y canon de riego. Igualmente, reclamamos reducciones de módulos para los cultivos afectados.
Heladas en viñedo
Por otra parte, según la entidad Agroseguro, el pool de entidades privadas del seguro agrario, las bajas temperaturas registradas durante la pasada madrugada del 27 al 28 de abril provocaron heladas de gran intensidad, que han afectado a diferentes cultivos de nuestra geografía.
Especialmente importantes son los daños causados en uva de vino en las Comunidades Autónomas de Castilla y León, Navarra y La Rioja, destacando zonas productoras como las de Ribera del Duero, Rioja Alavesa, Bierzo, Rueda o Tierras de León, entre otras, debido a que en este momento presentan gran sensibilidad por el desarrollo fenológico en el que se encuentran las plantaciones.
Entre las temperaturas más bajas destacan las alcanzadas en Castilla y León, donde se llegó hasta 9 ºC bajo cero en León, -4,8ºC en Aranda de Duero y -4,4ºC en Burgos. También destacan el registro del municipio riojano de Anguiano, con 3,80ºC bajo cero o Vitoria con una temperatura de -4,30ºC.
Desde Agroseguro se informa que se están planificando los trabajos de peritación para agilizarlos al máximo, si bien es importante que los asegurados remitan las declaraciones de siniestros a medida que vayan observando los daños.
Actualmente se encuentran aseguradas con cobertura frente al riesgo de helada más de 136.800 parcelas de uva de vino, correspondientes a cerca de 104.600 hectáreas de cultivo y a una producción de 672 millones de kilogramos.
El capital asegurado asciende a cerca de 324 millones de euros. Hay que tener en cuenta, según Agroseguro, que en los últimos días se están registrando temperaturas anormalmente bajas para esta época del año y que las previsiones meteorológicas indican que se mantendrán las bajas temperaturas en la próxima madrugada.
Agroseguro recuerda que, ante la incertidumbre que generan estos fenómenos meteorológicos, incontrolables e impredecibles, y la gran variabilidad de episodios climáticos que se suelen registrar durante la primavera, la solvencia que ofrece el sistema asegurador convierte al seguro agrario en el mecanismo de cobertura más idóneo con el que cuentan los agricultores y ganaderos para hacer frente a este tipo de situaciones.