Las exportaciones de carne y despojos de porcino de España a China ascendieron en los primeros siete meses del año a un valor de 561,4 millones de dólares (506,1 M€), de acuerdo a los datos de las Aduanas chinas.
España adelanta a Alemania como primer exportador de porcino en China
Esto es un 63% más que en el mismo periodo del año anterior, superando ya en el periodo enero-julio lo exportado en todo 2018, cuando el sector porcino de nuestro país exportó un volumen de 332.200 toneladas por valor de 487,5 millones de euros.
Durante 2018, España fue el segundo exportador, por detrás de Alemania, y por delante de Brasil, Canadá y Holanda y, de seguir así esta tendencia, según Consejería de Agricultura de la Embajada de España en Pekín, que cita Noticias del Exterior, nuestro país podría cerrar el año 2019 con una cifra en el entorno de los 1.000 millones de dólares de exportación de porcino a China.
Con estas cifras, España pasa a ser el primer suministrador de carne y despojos de porcino hasta el mes de julio, por delante de Alemania, que vendió al gigante asiático por valor de 495,5 millones de dólares en este periodo.
La evolución de las ventas se explica, en primer lugar, por la bajada de la producción en China a causa de la epidemia de Peste Porcina Africana, que se declaró a principios de agosto de 2018, y que ha provocado una caída del censo por los sacrificios obligatorios, así como el retraimiento de la inversión en el sector ante la incertidumbre que supone la evolución de la enfermedad, junto a una política poco clara en las medidas de erradicación, sobre todo en lo que se refiere a las indemnizaciones por sacrificio obligatorio.
El Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de China estimaba en la pasada primavera que el censo de reproductoras había caído un 21% y en el pasado mes de agosto esta estimación se situaba ya en el 27%, lo que permite augurar que la recuperación de la producción está todavía lejos.
Por otro lado, la guerra comercial con los Estados Unidos ha relegado los envíos desde este país. En agosto, China dio una vuelta de tuerca más y subió un 10% los aranceles al porcino estadounidense (los había subido ya en julio de 2018 un 28%), situándolo en el 72%. Además, China prohibió totalmente las importaciones de carne canadiense a raíz del escándalo por la falsificación de certificados sanitarios, por lo que el hueco que ha dejado Norteamérica ha tenido que cubrirse con importaciones desde otras procedencias.
Freno arancelario
No obstante, en este vaivén que supone la guerra comercial China-USA, las últimas noticias, dadas a conocer en plena festividad del Día del Medio Otoño por el Gobierno asiático, es que como gesto de buena voluntad, se eximirá de esta subida arancelaria del 5% a las semillas de soja y del 10% al cerdo de Estados Unidos, debido también que el precio de la carne de porcino, la de mayor consumo en el gigante asiático, se ha disparado casi un 50% y podía estar afectando ya al coste del resto de los alimentos y a las economías familiares.
Según la información facilitada por la Embajada española en Pekín, los precios del cerdo en el mercado chino han estado subiendo lenta, pero progresivamente a lo largo de toda la primera mitad de este año, acelerándose esta subida durante el mes de agosto.
En marzo, los precios se situaban en torno a 19 remimbis (RMB)/kg (2,41 €/kg), cifra que había subido a principios de agosto a 25 RMB/kg (3,17 €/kg) y que se situó en 36,4 RMB/kg (4,62 €/kg) a finales del mes pasado, alcanzando el nivel más alto de su historia.
El Gobierno chino anunció ya la salida al mercado de carne almacenada, como reserva en situaciones de escasez, tanto de porcino, como de vacuno y ovino, y anunció también medidas para volver a relanzar los censos de ganado y la producción propia.
También anunció que se van a poner en marcha nuevas ayudas a los productores; se van a incrementar las coberturas de seguro; se va a subvencionar el uso de semen de calidad para la reproducción , y que las indemnizaciones por sacrificio obligatorio por PPA se van a pagar en un plazo máximo de tres meses, en lugar de los seis meses que se venía tardando hasta ahora.