La Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura avanzó a las organizaciones representativas del sector agrario la puesta en marcha de un Plan de Reconversión de Frutales, que estará dotado con 10 millones de euros para que los profesionales de la fruticultura puedan reconvertir parte de sus variedades hacia otras más demandadas por el mercado.
Extremadura plantea dotar con 10 M€ un Plan regional de Reconversión de Frutales de Hueso
La consejera, Begoña García, mantuvo el martes 12 de mayo una reunión con representantes de las organizaciones del sector para trasladarles un borrador del plan, a la espera de su valoración y sus aportaciones al mismo antes de ponerlo en marcha.
Según dicho borrador, los fruticultores contarían con una ayuda de hasta 9.000 €/ha para introducir cambios de variedades, principalmente en las plantaciones de melocotones, nectarinas, ciruelas y cerezas, que son los cultivos principales de la fruta de hueso en esta Comunidad.
Se pretende que las ayudas se destinen tanto para nuevas variedades de fruta de hueso, como a injertos, con prioridad para las explotaciones con titularidad compartida y para los jóvenes fruticultores.
La superficie mínima a reconvertir sería de 0,5 hectáreas por explotación, no por parcela, algo básico para que puedan acceder a las ayudas los pequeños productores de cereza.
Además, se propone contemplar ciertas ayudas para mallas anti-granizo, con el fin de protegerse ante el fenómeno extraordinario de las tormentas, que cada vez es más frecuente, aunque no por ahora ayudas para el arranque de los árboles que haya en la actualidad en la explotación.
El sector de fruta de hueso cuenta en Extremadura con más de 47.000 hectáreas de cultivo y genera unos 50.000 empleos anuales y alrededor de 6 millones de peonadas, principalmente en el momento de la cosecha.
Los fondos de 10 M€ destinados a financiar dicho plan proceden del segundo pilar de la PAC (fondos FEADER), al Desarrollo Rural y su objetivo es ayudar a la sustitución de variedades de frutales que no son ya rentables por otras que cuenten con más demanda de mercado. Los productores arrancaron ya por su cuenta en la última campaña unas 2.000 ha de árboles de fruta de hueso, principalmente de ciruela, que es la que más problemas de mercado ha tenido en los últimos años.
Las primeras reacciones del sector frutícola extremeño, desde UCE-UPA, hasta APAG Extremadura, han sido positivas, al considerar que se trate de un plan necesario y urgente para transformar, convertir y mantener la fruticultura en esta región.
Desde la Asociación de Fruticultores (Afruex), se acoge el plan, que consideran fundamental, con los brazos abiertos por la necesidad de ir adaptando la producción a lo que exige el mercado y a la oferta existente en otras zonas.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura, se considera que el plan puede servir para poner coto al “boom” de variedades tempranas que hubo en su día y que saturaron el mercado.