Los aranceles impuestos por Estados Unidos y la aparición de la pandemia del coronavirus han provocado que el sector vitivinícola europeo viva una "situación grave" y necesite de ayuda extraordinaria para salir adelante, según se puso en envidencia en el foro online "El sector vitivinícola: la crisis y una estrategia para el futuro", organizado hoy por las cooperativas agrarias de Francia, Italia y España, y que contó con la participación de expertos y eurodiputados.
Foro vitivinícola: la complicada situación del sector requiere ayuda extraordinaria
Todos coincidieron en la complicada situación de este sector en Europa que requiere de impulso y ayuda de emergencia por parte de las instituciones. Así, el director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), el español Pau Roca, subrayó que la situación en el mercado mundial del vino es muy problemática y que en los seis primeros meses de este año los intercambios internacionales han caído un 6,7% en volumen y un 12,4% en valor.
«Eso quiere decir que estamos vendiendo mucho más barato todos», lamentó Roca, quien explicó que esta situación afecta especialmente a los países europeos y recordó que el sector está muy fragmentado, lo que en tiempos de pandemia puede ser «una oportunidad enorme, ya que esa mayor diversidad da mayor resiliencia y adaptación, y al mismo tiempo es un modelo que se adapta mucho más a un paradigma de adaptación al cambio climático«.
A su juicio, para salir de la crisis -que no comenzará a percibirse hasta cerca de tres años- hace falta apostar por la digitalización, que puede servir como catalizador, y por identificar cuáles serán los mercados en los que centrarse, con Asia como el objetivo a alcanzar.
Por su parte, el director del Wine Monitor en el instituto de investigación italiano Nomisma, Denis Pantini, detalló que hasta comienzos de 2020 había un crecimiento del comercio internacional del vino que rondaba el 4% al año, con países como Australia (7,7%) y Nueva Zelanda (5,3%) con unos crecimientos superiores a los de Francia (4,8%) o Italia (4,7%).
Durante 2020, precisó, las exportaciones hasta agosto cayeron en Francia un 17,1%; en España, un 5,3%, y en Italia, en un 3,2%; sin embargo los dos países oceánicos (Australia, con 1,5% de crecimiento, y Nueva Zelanda, con un 4,7%) son los que han registrado mayores aumentos en sus exportaciones.
Como perspectivas para los meses venideros, citó problemas como el Brexit del Reino Unido (que puede generar una pérdida de competitividad), la lucha arancelaria con Estados Unidos y el enfrentamiento diplomático-comercial entre China y Australia.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Ángel Villafranca, en su intervención en nombre del sector español, francés e italiano, explicó que estas entidades apuestan por la conservación de una actividad económica, por lo que pidió un presupuesto extraordinario que pueda revitalizar las producciones.
En este sentido, el sector cooperativo reclama una aplicación de la PAC en todos los Estados miembros que garantice que la viticultura de la UE tenga acceso a las medidas agroambientales del segundo pilar y a los planes de gestión de riesgos, «ya que ambos son esenciales para apoyar la transición ecológica y digital que el sector vitivinícola comunitario está dispuesto a liderar».
También participaron en el foro diputada del Parlamento Europeo del grupo socialista y vicepresidenta de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, Clara Aguilera, y los eurodiputados Paolo de Castro, Anne Sander e Irene Tolleret, quienes coincidieron en destacar la importancia de enfrentar «esta situación sin precedentes».
En esa línea, Aguilera planteó que desde la Unión Europea hacen falta nuevas medidas de ayuda económica al sector que complementen las ya implementadas, para evitar la caída de un sector «ligado al territorio» y a las regiones rurales.