Herranz pide que la UE apueste por la innovación frente a las plagas para mejorar la competitividad agrícola
La eurodiputada del Partido Popular, Esther Herranz defendió que la UE apueste decididamente por la innovación en la agricultura para poder combatir las plagas y las condiciones climáticas adversas, y conseguir así un aumento de la competitividad de este sector.
Durante un foro sobre nuevas técnicas de mejoramiento de los cultivos celebrado este miércoles 12 de octubre en el Parlamento Europeo, Herranz recordó que los agricultores europeos cada vez disponen de menos sustancias activas para combatir los efectos de las plagas y de la climatología adversa, por lo que pidió que se fomenten “vías de investigación para sustituir las sustancias activas que están vetadas en el territorio comunitario pese a que son utilizadas por productores de países no europeos”.
La eurodiputada riojana añadió que las nuevas técnicas que van apareciendo -como la cisgénesis, el injerto o la reproducción inversa-, “deben ser evaluadas caso por caso y atendiendo a los peligros reales que puedan presentar y diferenciarlas entre sí, ya que todas estas técnicas no deben ser tratadas como si fueran OGMs. No deben ponerse trabas a aquellas técnicas que se clasifiquen como seguras tanto para personas como para el medio ambiente”.
Herranz señaló también que la UE debería contar con “un marco legislativo común que garantice estabilidad al sector y seguridad a los consumidores, dejando además margen de elección a los agricultores para que puedan elegir libremente que opción del mercado cultivar. Asimismo, el etiquetado de determinadas técnicas innovadoras no se debería exigir si los estudios demuestran que los riesgos para la salud son los mismos que en los cultivos tradicionales”.
“Contar con variedades resistentes y que puedan cubrir mejor las necesidades nutricionales de las personas resulta cada vez más importante, teniendo en cuenta que en el actual modelo agrícola globalizado la diversidad de plantaciones se está viendo reducida por las demandas de mercado”, explicó.
“Nuestro gran reto de futuro es mejorar la productividad en el sector agroalimentario para poder abastecer la mayor demanda generada por el aumento de la población mundial”, resumió Herranz.
Reforzar la vigilancia
Los eurodiputados de la Comisión de Agricultura aprobaron el pasado 12 de octubre nuevas normas para reforzar la vigilancia y reducir el impacto en la Unión Europea de plagas de plantas como la bacteria «Xylella Fastidiosa», que provoca la muerte de los olivos.
La propuesta, que ya había sido acordada de forma provisional por los negociadores de la Eurocámara y del Consejo de la Unión Europea en diciembre de 2015, recibió el apoyo de 28 diputados, frente a un voto negativo y seis abstenciones, precisó el Parlamento Europeo en un comunicado.
Entre las nuevas medidas, figura la introducción de nuevos mecanismos de prevención y respuesta rápida ante importaciones sospechosas, reforzar los sistemas de supervisión en los Veintiocho y poner en marcha planes de emergencia en los Estados miembros.
«Las plagas de plantas no respetan las fronteras y necesitamos proteger nuestra biodiversidad, mediante el establecimiento de procedimientos básicos que los 28 Estados miembros deben adoptar», aseguró la ponente británica, Anthea McIntyre, que encabezó el equipo negociador del Parlamento Europeo.
«Al mismo tiempo, debemos tener cuidado para no obstruir el comercio de plantas y productos vegetales mediante la introducción de trámites burocráticos innecesarios», añadió.
Así, las nuevas reglas introducen un mecanismo de evaluación preliminar para identificar rápidamente las plantas y productos vegetales de países de fuera de la UE que podrían suponer riesgos de plagas u otras enfermedades de plantas, además de dar a la Comisión Europea (CE) el poder de prohibir su entrada en la Unión.
También amplían el requisito de certificado fitosanitario a todas las plantas y productos vegetales de países terceros, con independencia de si han sido importados por operadores profesionales, clientes de servicios postales, clientes de internet o pasajeros en su equipaje.
Asimismo, extienden el «pasaporte fitosanitario» a todos los movimientos de plantas para ser cultivadas dentro de la UE, incluidos los ordenados a través de ventas a distancia.
Solo productos suministrados directamente al cliente final, tales como jardineros privados, estarían exentos.
Por otro lado, las reglas obligarían a todos los países miembros a establecer programas de control plurianuales destinados a asegurar la detección temprana de plagas peligrosas y a establecer planes de contingencia para cada plaga capaz de entrar en su territorio.
Igualmente, actualizarían las normas existentes en la UE para asegurar que los productores cuyas plantas se someten a medidas de erradicación para eliminar plagas específicas reciben una compensación justa.
Además, permitirían a los Estados miembros imponer medidas de erradicación en lugares privados a fin de eliminar todas las fuentes de infestación, pero solo para proteger el interés público.
Tras haber recibido el visto bueno del Consejo de la UE el pasado julio y lograr luz verde por parte de la Comisión de Agricultura, el Pleno de la Eurocámara deberá aprobar formalmente la propuesta en su sesión de Estrasburgo entre el 24 y 27 de octubre