La superficie plantada de viñedo de uva de vinificación en la Unión Europea apenas registró variaciones en los últimos años, con la aplicación del sistema de autorizaciones administrativas de plantación, que vino a sustituir desde el 1 de enero de 2016 al régimen de de derechos de plantación, que permitía su compraventa entre particulares.
Desde el final de la campaña 2014/15 (31 de julio de 2015), hasta el final de la 2019/20 (30 de julio de 2020), la superficie vitivinícola plantada aumentó apenas un 0,4% y en 12.572 hectáreas en los países productores de la Unión Europea, aunque su evolución fue dispar según países.
Así, en ese periodo, mientras que en Francia y, sobre todo Italia, incrementaron su masa vegetal vitícola, España continuó en retroceso, bajando un 1,48% y en 14.220 hectáreas, para quedar en 944.476 hectáreas, manteniendo aún bastante diferencia con los otros dos principales países productores.
Francia elevó su superficie vitícola durante dicho periodo un 0,96% y en 7.725 ha, quedando en 813.505 hectáreas, mientras que Italia lo hizo en un 5,25% y en 33.505 ha, hasta quedar en 671.189 hectáreas.
En cuarto lugar quedó Portugal, que le pasó al similar a España, con un retroceso de su superficie del 4,47% y en 9.004 ha, hasta 192.401 hectáreas, seguido de Rumania, con un descenso del 0,365 y de 653 ha, hasta 181.722 hectáreas.
Entre los países que más redujeron también su superficie se encontraban Hungría (-3,46% y 2.246 ha menos, hasta 62.557 ha) y Eslovaquia (-18,2% y 3.357 ha menos, hasta 15.080 ha) y, por el lado contrario, aumentaron su superficie ligeramente Alemania (+0,4% y 390 ha más, hasta 103.248 ha) y Austria (+1,7% y 807 ha más, hasta 48.062 ha).
La evolución de la superficie vitivinícola en la UE, probablemente, no se deba solo al cambio de régimen de plantaciones, al pasar de un sistema de derechos de plantación entre particulares a uno de autorizaciones administrativas, sino también a la dinámica económica y de rentabilidad del propio cultivo, frente a otros cultivos (principalmente leñosos, como frutales, frutos secos u olivar), así como a las mejoras técnicas en la gestión de la estructura de las propias parcelas de viñedo (cambio de vaso a espaldera, introducción del riego localizado, nuevas variedades, cosecha mecánica…etc.), que han mantenido o elevado rendimientos productivos con menos área plantada.
Conversión
Por otro lado, los 13 países comunitarios en los que ha venido aplicando el sistema de autorizaciones administrativas de nuevas plantaciones mantenía aún unas 73.340 ha de derechos de plantación de viñedo vigentes aún por convertir en autorizaciones, es decir, un 31% del total de los derechos convertibles que existían (235.611 ha) a principios de 2016.
España había convertido ya en esa fecha 51.338 ha de derecho de plantación de viñedo en vigor en autorizaciones, restándole por convertir unos 16.032 ha para poder llevar a cabo nuevas plantaciones. Es decir, había convertido ya un 76% de los derechos convertibles vigentes a 1 de enero de 2016.
Por último, durante el pasado año, los Estados miembros de la UE solicitaron plantar un total de 95.033 hectáreas de nuevo viñedo, frente a una superficie límite disponible de apenas 22.718 hectáreas, de las cuales 16.488,25 ha fueron finalmente concedidas, lo que supone solo un 17,3% de las solicitadas y un 72,6% de las permitidas o autorizadas en los distintos países productores.
España solo autorizó 945 ha (0,1%, el mínimo permitido respecto a la superficie plantada en la campaña anterior), un 20,6% de lo solicitado (4.595 ha), mientras que Francia pudo plantar 5.281 ha (42,7% de las 12.390 ha solicitadas) e Italia, 6.760 ha (9,4% de lo solicitado, que ascendió a 71.472 ha).