La industria europea de fertilizantes cuestiona el cambio en los derechos de emisión de GEI
La Asociación Europea de Fabricantes de Fertilizantes (Fertilizers Europe) ha denunciado que la modificación en el sistema europeo de comercio de derechos de emisión (ETS, en sus siglas en inglés) de gases de efecto invernadero (GEI) sitúa al sector en desventaja competitiva.
Según información facilitada por la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (Anffe), la Comisión Europea se plantea una modificación de las medidas ETS que «supone un alza de los costes añadidos en la producción de amoniaco, materia prima principal en la fabricación de fertilizantes nitrogenados». Así, la CE propone que, a partir de 2021, se fijen a los fabricantes europeos de amoniaco unos límites de emisiones de CO2 que son «irreales, ya que están muy por debajo de los que se generan en el propio proceso de producción». Los productores más eficientes, que son los que establecen los niveles de referencia, solo tienen capacidad para mejorar sus emisiones de forma marginal.
Esto supone, a juicio de Fertilizers Europe, una «amenaza más» para la futura actividad industrial de fertilizantes en Europa y un «riesgo para la seguridad alimentaria», al tiempo que recuerda que, desde 2005, la industria europea ha conseguido reducir sus emisiones en más de un 50 %, gracias, en parte, a las inversiones realizadas en los últimos años, que superan los mil millones de euros anuales.
La CE reconoció oficialmente en 2014 que la industria europea de fertilizantes se encuentra en una situación de alto riesgo de fuga de carbono como consecuencia de la ETS, ya que si se reducen los derechos de emisión gratuitos será «imposible» evitar la fuga de carbono y la de inversiones, ha indicado.
En este sentido, Anffe, miembro de Fertilizers Europe, ha señalado que la industria europea está «muy preocupada» con esta propuesta que supone costes adicionales que afectarían negativamente a la producción y conllevaría a un «riesgo de fuga de carbono».
La fuga de carbono se produce cuando una industria decide cerrar sus instalaciones productivas y fabrica en otra zona con una legislación climática menos estricta, lo que afecta a la economía, así como al medio ambiente global y, al final, es «un obstáculo para la efectiva reducción de gases de efecto invernadero», ha afirmado.
Anffe ha llamado la atención sobre el hecho de que en los últimos años se ha constatado un incremento progresivo de las importaciones y del consumo de determinados productos, «por una cuestión de precio», en «detrimento de aquellos que son agronómica y medioambientalmente más idóneos».
Estas importaciones proceden, en muchos casos, de «orígenes en los que no existe ningún requisito medioambiental» y en los que los costes de producción son menores debido a la «ausencia de garantías de calidad y de protección al medio ambiente», por lo que se «produce competencia desleal», ha remarcado.
Para competir con productores de otras zonas del mundo y evitar la fuga de carbono, Fertilizers Europe propone garantizar «el 100 % de los derechos gratuitos de emisión para las emisiones inevitables ligadas a procesos químicos», tal y como recoge en su folleto «ETS: riesgos y soluciones para el sector europeo de fertilizantes».
Además, ha hecho hincapié en que «cualquier reducción general de los derechos de emisión gratuitos no debe ser uniforme, sino gradual», de forma que los sectores con una exposición muy alta a la fuga de carbono no vean reducidos sus derechos de emisión gratuitos.
Ha añadido que debe garantizarse -a las empresas con un aumento de producción mínimo del 5 %- asignaciones adicionales gratuitas de derechos de emisión con cargo a las reservas para nuevos entrantes; propuestas encaminadas a mantener la competitividad de la industria europea.