El desarrollo de la campaña de tomate para consumo en fresco 2015/16 se ha caracterizado por los reiterados desequilibrios entre la oferta y la demanda, que ha tenido como primera consecuencia unos bajos precios en origen, debido a la confluencia de varios factores.
El sector tomatero del sur de la UE pide medidas excepcionales ante una campaña muy desequilibrada
Entre estos destaca, en primer lugar, el aumento de las importaciones comunitarias de tomate procedente de Marruecos. Tal es así que la organización agraria italiana, Coldiretti, ha pedido ya a la Comisión Europea que active de forma inmediata la cláusula de salvaguardia comercial, incluida en el Acuerdo UE-Marruecos.
Para la OPA italiana, el tomate magrebí importado supera ya el contingente establecido en el citado acuerdo, lo que ha contribuido a hundir los precios en el mercado italiano y está haciendo peligrar la viabilidad y continuidad de las explotaciones.
Coldiretti denuncia también que el tomate marroquí que entra en el mercado comunitario ha sido tratado con productos fitosanitarios, cuyo uso está prohibido para los agricultores de la UE, lo que supone un caso de flagrante competencia desleal. Además, los costes salariales en Marruecos son muy inferiores a los de la UE, por lo que la importación de esta hortaliza supone también un caso de claro “dumping” social.
Además, de la masiva entrada de tomate marroquí al mercado UE, otros factores han incidido en el desequilibrio de mercado en la vigente campaña, como el veto comercial ruso a las importaciones procedentes de la Unión, junto a la desfavorable climatología, que ha provocado cosechas prematuras en las zonas de producción y, por consiguiente, un solapamiento entre los diferentes países productores de la UE, sobre todo de los Países Bajos.
Para la patronal hortofrutícola, FEPEX, esta situación de crisis ha puesto en evidencia la ineficacia de las medidas comunitarias de gestión de crisis, por lo que se ha propuesto en el Grupo de Contacto de Tomate, reunido este 17 de marzo, en Roma, medidas excepcionales ante el citado veto comercial y la adopción de precios de retirada diferenciados, mediante la modificación del método de cálculo, entre el tomate redondo y el tomate cereza («cherry»), junto con una mayor alineación de los mismos, es decir, que se tengan en cuenta, con los costes de producción.
También se ha planteado la mejora en la disponibilidad de fitosanitarios, mediante el reconocimiento mutuo y la ampliación de autorizaciones para cultivos menores.
El Grupo de Contacto de Tomate del Comité Mixto Hispánico-Italo-Francés demandó también, ante la prolongación de las retiradas excepcionales decretada como consecuencia del veto comercial ruso, la necesidad de que se introduzcan mejoras en este mecanismo para que sea realmente efetivo.
Además, demandaron a las instituciones comunitarias redoblar sus esfuerzos para la normalización de sus relaciones comerciales con Rusia, al tratarse de un mercado estratégico y actualmente no sustituible, poniendo los medios necesarios para reequilibrar el poder de negociación entre los operadores del mercado.
Desde el mes de octubre y hasta enero pasado, en la campaña en curso 2015/16, las importaciones de tomate procedentes de Marruecos han sumado 193.072 toneladas, con un incremento del 15% en relación al mismo periodo de la campaña anterior, sin que, según FEPEX, “se hayan cumplido las previsiones de un desvío de sus ventas exteriores al mercado ruso, cuyo Gobierno sigue con el veto al envío de producto comunitario”.
Según se destacó desde Cooperativas Agro-alimentarias, desde septiembre del pasaso año hasta febrero de 2016, los ingresos del sector productor han bajado un 11%, debido a la disminucion del 17% del previo de venta.
Esas pérdidas de ingresos en la vigente campaña se acumulan a las sufridas ya en ejercicios anteriores, poniendo en serias dificultades a este sector, añade Cooperativas, agravándose una problemática que merma aúnmás su competitividad, las crecientes dificultades para disponer de productos fitosanitarios.