A la espera de las conclusiones del «Diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura en la UE”
Las conclusiones del foro de los 29 representantes del sector agroalimentario de la UE, una iniciativa de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, coordinadas por el profesor Peter Strohschneider, sobre el “Diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura” podrían ser presentadas en los primeros días de septiembre (con fecha probable el lunes 2), tras la celebración de las últimas sesiones de debate al término de este mes de agosto.
Estas conclusiones serán tenidas en cuenta por el nuevo equipo de la Comisión Europea, que se pondrá en marcha el próximo 1 de diciembre, y en donde estará la española y aún ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y servirán para orientar por mandato de Von der Leyen el futuro de la alimentación y de la agricultura a medio y largo plazo del bloque comunitario.
En la presentación de sus directrices de trabajo para su segundo mandato 2024-2029 al frente de la Comisión Europea, la presidenta se comprometió a garantizar la competitividad y sostenibilidad a largo plazo del sector agrario de la UE, eso sí, “dentro de los límites de nuestro Planeta”.
Von der Leyen dispondrá, por tanto, de las recomendaciones de las partes interesadas en el “Diálogo” para completar su próxima “Visión para la agricultura y la alimentación”, que se comprometió a presentar en el Pleno del Parlamento Europeo durante los primeros 100 días de su segundo mandato, es decir, probablemente antes de marzo de 2025, para superar la polarización y el enfrentamiento entre “agricultura” y “medio ambiente”, entre producción y protección de la naturaleza.
Esta presentación de la “Visión”, por tanto, será previa a otro hito importante de la Comisión Europea en su calendario de trabajo, como es la presentación antes de julio de 2025 de una propuesta sobre el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP), en el que se incluirán los fondos que se destinarán a apoyar la Política Agrícola Común (PAC) posterior a 2027.
Ahí se verá si de verdad (no solo con palabras, o con informes escritos) si la Comisión Europea está dispuesta a potenciar la futura PAC y con ello garantizar en la medida de lo posible un mayor grado de autoabastecimiento sostenible y seguridad de la producción agrícola y ganadera comunitaria y un mayor apoyo a los habitantes que ocupan y salvaguardan el medio rural y el medio ambiente.
El agro no puede evitar cierto escepticismo y teme que todo quede en “papel mojado”
No será una tarea fácil, porque hay ciertas opiniones que son escépticas por ahora con la iniciativa de Von der Leyen, que la enmarcan en el contexto de las masivas protestas de los agricultores en los meses iniciales de 2024 y en la antesala de las elecciones europeas de principios de junio pasado.
Desde el sector agrario se teme que, una vez celebradas estas elecciones y formado un nuevo equipo de la CE, la mayoría de las propuestas y planteamientos realizados podrían quedarse en “papel mojado”.
El denominado “Diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura de la UE” se puso en marcha en enero de 2024 como un nuevo foro de diálogo y debate entre las partes interesadas de toda la cadena agroalimentaria (agricultores, cooperativas, empresas y comunidades rurales, ONGs y representantes de la sociedad civil, instituciones financieras y Universidades), cuyo objetivo era configurar una visión compartida de la agricultura de la Unión.
Entre las propuestas de debate se incluían cuestiones sobre cómo ofrecer a los agricultores de la UE y a las comunidades rurales en las que viven mejores perspectivas de futuro (un nivel de vida adecuado); cómo se puede apoyar a la agricultura, dentro de los límites de nuestro Planeta y de su ecosistema (es decir, siendo sostenibles sí o sí); cómo aprovechar mejor las oportunidades que brindan los conocimientos y la innovación tecnológica, o cómo promover un futuro prometedor y floreciente para el sistema alimentario europeo en un mundo competitivo.
Este “Diálogo” es visto por parte del propio sector agrario como una oportunidad para atender las perspectivas, ambiciones, preocupaciones y soluciones de los agricultores y otras partes interesadas clave de toda la cadena de valor , con el objetivo de encontrar una base común para el futuro del sector agroalimentario de la Unión.