La Unión Europea y Nueva Zelanda alcanzaron este 30 de junio un acuerdo político para un pacto comercial con el país oceánico, que se espera que reduzca unos 140 M€ al año en aranceles comerciales entre los socios. El acuerdo, cuyas negociaciones han durado 4 años, prevé que el comercio bilateral entre ambas partes crezca en un 30% tras la firma del acuerdo.
La UE y Nueva Zelanda concluyeron las negociaciones para un acuerdo comercial que, según Bruselas, abrirá importantes oportunidades económicas para las empresas y los consumidores de ambas partes.
El acuerdo también incluye compromisos de sostenibilidad sin precedentes en anteriores pactos comerciales de la UE, como el respeto del Acuerdo Climático de París y los derechos laborales fundamentales, que pueden aplicarse mediante sanciones comerciales como último recurso.
La CE espera que el comercio bilateral crezca hasta un 30% gracias a este acuerdo, y que las exportaciones anuales de la UE aumenten hasta 4.500 millones de euros. La inversión de la UE en Nueva Zelanda puede crecer hasta un 80% y el acuerdo reducir en unos 140 millones de euros anuales los derechos arancelarios para las empresas de la UE desde el primer año de aplicación.
Según la Comisión Europea, el acuerdo ofrecerá nuevas oportunidades a las empresas con la eliminación de todos los aranceles sobre las exportaciones de la UE a Nueva Zelanda, abrir el mercado de servicios de Nueva Zelanda en sectores clave como los servicios financieros, las telecomunicaciones, el transporte marítimo y los servicios de entrega, garantizar un trato no discriminatorio a los inversores de la UE en Nueva Zelanda y viceversa.
Para Bruselas, los agricultores de la UE tendrán muchas más oportunidades de vender sus productos en Nueva Zelanda, inmediatamente después de la aplicación del acuerdo comercial. Así, indica, se eliminarán los aranceles desde el primer día para exportaciones clave de la UE como la carne de cerdo, el vino tranquilo y el vino espumoso, el chocolate, los productos de confitería y las galletas.
Por su parte, añade la CE, los agricultores de la UE obtendrán beneficios más allá de las reducciones arancelarias., puesto que dicho acuerdo protegerá todo el listado de vinos y bebidas espirituosas de la UE (cerca de 2.000 nombres), como el Prosecco, el vodka polaco, el Rioja, el Champagne y el Tokaji, etcétera.
Además, 163 de los productos tradicionales más conocidos de la UE y con IG, como los quesos Asiago, Feta, Comté o Queso Manchego, el jamón Istarski pršut, el mazapán Lübecker o las aceitunas Elia Kalamatas, estarán igualmente protegidos en Nueva Zelanda.
La CE considera que el acuerdo tiene en cuenta los intereses de los productores comunitarios en sectores agroalimentarios sensibles, como varios productos lácteos, la carne de vacuno y la carne de ovino, además del etanol y maíz dulce.
Así, según Bruselas, en el caso de estos sectores, el acuerdo permitirá las importaciones con aranceles nulos o reducidos procedentes de Nueva Zelanda, aunque en cantidades limitadas (mediante los llamados contingentes arancelarios).
Compromiso doloroso
El COPA-Cogeca, que defiende los intereses de los productores profesionales de la UE y de sus cooperativas, reconoce que el acuerdo político incluye las elevadas normas de protección de los consumidores en Nueva Zelanda y el esfuerzo realizado por la Comisión Europea para proteger las Indicaciones Geográficas (IGs) y las normativas de producción de la UE en el acuerdo alcanzado, pero también considera que se han hecho “dolorosos compromisos en sectores sensibles.”
En este momento, tras alcanzarse el acuerdo político, resta que los negociadores de ambas partes trabajen en cuestiones técnicas, como la traducción de las líneas políticas acordadas en texto y condiciones legales, antes de iniciar el procedimiento de ratificación.
En relación al sector agrario, el COPA-Cogeca considera que se han hecho importantes concesiones en sectores productores, que ya son “sensibles” en la Unión Europea, lo aumentará nuestro déficit comercial negativo con Nueva Zelanda (que fue de 750 M€ en 2021) en materia agroalimentaria, “en un periodo en el que estamos luchando por seguir invirtiendo en sostenibilidad. “
Productos como el vino y la carne de cerdo obtienen ya rentabilidad en un mercado de 4,8 millones de habitantes, por lo que deja poco margen para equilibrar nuestro comercio en beneficio del resto de sectores agrícolas de la UE, señala esta organización.
Aunque los exportadores neozelandeses cuentan ya con acceso al mercado comunitario para 75.000 t de mantequilla y 11.000 t de queso, este acceso adicional al mismo de productos “sensibles” (mantequilla, +15.000 t, queso, +25.000 t, leche en polvo, +15.000 t) aumentará sustancialmente la presión sobre el mercado interno de la UE, proporcionando un fuerte poder de negociación en la gestión de las importaciones a una sola empresa láctea (la cooperativa Forterra).
Además, añade, la concesión de 38.000 t más en carne de ovino se sumará al actual acceso al mercado, según los contingentes arancelarios de la Organización Mundial del Comercio (OMC), fijado en 114.184 toneladas.
Para el COPA-Cogeca, todo ello suscita una gran preocupación por el impacto acumulativo de las concesiones otorgadas por la UE a Nueva Zelanda, que pueden sumarse a los contingentes arancelarios ya acordados en otras negociaciones bilaterales y multilaterales para la carne de vacuno (10.000 t adicionales a los bovinos pasteros) y de ovino, por lo que deberían tenerse en cuenta para futuros acuerdos comerciales.
En cuanto a los acuerdos comerciales aprobados, el secretario general del COPA-Cogeca, Pekka Pesonen, afirmó que “acogen con satisfacción el hecho de que las normativas de seguridad de la producción de la UE (por ejemplo, la carne de vacuno sin hormonas) y las IGs hayan sido reconocidas en el acuerdo con Nueva Zelanda.”
“Reconocemos también, añadió Pesonen, los compromisos que tanto la UE, como Nueva Zelanda han acordado con respecto a la incorporación de los principios del acuerdo de París y la sostenibilidad en el comercio internacional.”
Sin embargo, señala el secretario general del COPA-Cogeca, “sabemos que para sectores clave como el lácteo, el ovino y el bovino este acuerdo es doloroso. Por tanto, pedimos una gestión y un control adecuados de los contingentes arancelarios (TRQs) sobre las importaciones de productos agrícolas para evitar daños al mercado comunitario.”