La resistencia a los antimicrobianos (RAM), la capacidad de los microorganismos para resistir los tratamientos antimicrobianos, especialmente los antibióticos, tiene un impacto directo en la salud humana y animal. La Estrategia “de la granja a la mesa” establece el objetivo de reducir en un 50 % las ventas totales de la UE de antimicrobianos para animales de granja y acuicultura de aquí a 2030.
Los Estados miembros de la UE, en sus planes estratégicos específicos de la PAC, han previsto ya varias medidas para intensificar la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos y aumentar el bienestar animal en los animales de granja, con el apoyo de la financiación de la Política Agrícola Común (PAC).
Los Estados miembros de la UE, en sus planes estratégicos específicos de la PAC, han previsto ya varias medidas para intensificar la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos y aumentar el bienestar animal en los animales de granja, con el apoyo de la financiación de la Política Agrícola Común (PAC).
Algunos de los principales retos a los que se enfrenta la agricultura de la UE incluyen mejorar su respuesta a las demandas de la sociedad en materia de alimentación y salud, incluidos alimentos seguros, nutritivos y sostenibles, la reducción del desperdicio de alimentos y la mejora de la salud y el bienestar de los animales.
La Comisión adoptó este miércoles 26 de abril su paquete farmacéutico y otras medidas para mejorar la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos. Según Bruselas, está comprobado que el uso excesivo de antibióticos en animales de granja resulta directamente en un aumento de la resistencia a los antimicrobianos en los seres humanos.
Actualmente, la RAM se considera una de las tres principales amenazas para la salud de la UE. La reforma propuesta ofrece incentivos, a través de bonos transferibles, a las empresas que inviertan en nuevos antimicrobianos capaces de tratar los microorganismos resistentes, abordando así la actual deficiencia del mercado.
También se introducirán medidas y objetivos para un uso prudente de los antimicrobianos, por ejemplo, la adaptación de los requisitos de envasado y prescripción, a fin de que estos sigan siendo eficaces.
La lucha contra la resistencia a los antimicrobianos debe liderarse en todos los frentes, y la PAC complementa las acciones políticas y financieras que se llevan a cabo a nivel nacional y de la UE.
Para el actual período de programación 2023-27, casi todos los países de la UE incluyeron medidas de apoyo específico para elevar el bienestar de los animales y para combatir la resistencia a los antimicrobianos en sus planes estratégicos de la PAC.
Esto cubre una amplia gama de especies, a través de combinaciones de prácticas, inversiones, cooperación y capacitación.
En total, 6.300 millones de euros de financiación comunitaria se destinan a apoyar acciones voluntarias en el marco de regímenes ecológicos y Desarrollo Rural. En general, este apoyo tiene como objetivo alcanzar al 23 % de las Unidades de Ganado Mayor de la UE.
Los agricultores de la UE pueden recibir fondos para invertir en sistemas de alojamiento de nueva construcción o en renovación para mejorar el bienestar de su ganado y reducir la necesidad de tratar a los animales con antibióticos.
En el marco de las medidas de Desarrollo Rural, los agricultores pueden solicitar ayuda para participar en sistemas de etiquetado del bienestar animal o establecer programas de erradicación de enfermedades animales.
El apoyo asignado a la agricultura ecológica contribuye también a mejorar el bienestar animal y reduce el uso de antimicrobianos, ya que los requisitos para el uso de antibióticos para animales criados orgánicamente son mucho más estrictos que para los animales bajo métodos de cría convencionales.
La superficie que recibirá ayuda específica de la PAC para la producción ecológica en 2027 casi se duplicará, alcanzando cerca del 10 %, en comparación con la superficie financiada en 2020 (5,6 %).
En su anterior período de programación 2014-20, la PAC ya había apoyado varias medidas que contribuían al bienestar animal y a la reducción del uso de antimicrobianos.
En mayo de 2022 se publicó un estudio que evaluaba estas medidas y su impacto. En la mayoría de las regiones o Estados miembros estudiados, el bienestar animal y el uso de antimicrobianos se abordaron principalmente a través de medidas de Desarrollo Rural.
Demostraron ser más eficaces a la hora de combinar inversiones en mejores condiciones de habitabilidad, alimentación y gestión de la salud. Por ejemplo, aumentando la sensibilización de los agricultores, a través de servicios de asesoramiento, compromisos y formación.
En la mayoría de los Estados miembros o regiones estudiados, la condicionalidad a través de los requisitos de la legislación de la UE sobre bienestar animal y legislación alimentaria fue eficaz para influir en las prácticas de los agricultores.
El programa de investigación Horizonte Europa tiene varios proyectos en curso o previstos sobre salud animal, como el desarrollo de vacunas, y sobre bienestar animal.
Este año se pondrá en marcha una Asociación Europea sobre Salud y Bienestar de los Animales, que se centrará en el uso de antimicrobianos y la resistencia en el ganado como parte de sus prioridades.
Su objetivo es, entre otras cosas, generar conocimiento y desarrollar productos y servicios para mejorar la prevención y el control de enfermedades. La contribución indicativa total de la UE para esta asociación es de 180 millones de euros durante su vigencia.
Este apoyo público se suma a todas las medidas adoptadas y financiadas a nivel nacional por los países de la UE.
Una mirada más cercana a los Planes Estratégicos de la PAC 2023-27: resistencia a los antimicrobianos
Estonia programó una intervención para apoyar la cooperación entre ganaderos con vistas a desarrollar programas de control y/o erradicación de enfermedades animales con impacto económico, como la rinotraqueítis infecciosa y la diarrea viral bovina. En total, se prevén unos 6 M€ de apoyo de la UE para este fin..
Italia ofrece ayuda en el marco de un programa ecológico sobre resistencia a los antimicrobianos y bienestar animal (1.800 M€ de pagos directos de la UE). Para recibir apoyo, los ganaderos deben aplicar prácticas destinadas a reducir el uso de antimicrobianos y promover una gestión del rebaño respetuosa del bienestar.
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