En una reciente respuesta europarlamentaria, la Comisión Europea dejó la puerta abierta a la regulación futura de un etiquetado sobre el bienestar animal a nivel comunitario.
Bruselas no descarta un etiquetado UE de bienestar animal para alimentos lácteos y cárnicos
Al respecto, el hasta ahora comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, afirmó que «la Comisión es plenamente consciente de que los consumidores están cada vez más interesados por el bienestar de los animales y por saber qué trato se les da en las explotaciones e instalaciones ganaderas, y sigue de cerca la evolución de los sistemas nacionales de etiquetado del bienestar de los animales, como el alemán y otros similares.»
Andriukaitis recuerda que, en 2012, la Comisión adoptó la Estrategia de la Unión Europea para la protección y el bienestar de los animales 2012-2015 (COM (2012) 6 final), que finalizó en 2018 y, ahora, ha puesto en marcha una evaluación de la misma.
Precisamente, añade, uno de los objetivos de esta estrategia era «proporcionar la información adecuada a los consumidores y al público» y «a la luz de los resultados de la evaluación, la CE considerará si es necesario adoptar nuevas medidas en este ámbito.»
Mientras tanto, la Comisión, afirma el comisario, «sigue esta cuestión con interés por saber cómo los sistemas de etiquetado de bienestar animal pueden informar mejor a los consumidores y mejorar el bienestar de los animales destinados a la producción de alimentos.»
Al mismo tiempo, concluye, «la Comisión vela especialmente por que los sistemas nacionales no creen un obstáculo, ni afecten así negativamente al mercado interior.»
La pregunta con solicitud de respuesta fue realizada recientemente de forma conjunta por nada menos que por 27 europarlamentarios de todos los ámbitos políticos, incluidos los mayoritarios PPE y S&D, bajo el asunto «Establecimiento de un sistema de etiquetado para todos los productos cárnicos o lácteos basado en el bienestar de los animales.»
Este grupo cuestionaba a la CE sobre si tenía intención de introducir este sistema de etiquetado y, en caso negativo, y dado el éxito del sistema de etiquetado de los huevos de la Unión, por qué no.
En su exposición argumental, los eurodiputados afirman que «la gran mayoría de los consumidores de la Unión está dispuesta a pagar más por productos respetuosos con el bienestar de los animales (Eurobarómetro especial, nº 42. Actitudes de los europeos hacia el bienestar de los animales. Resumen, marzo 2016).»
Además, añade que «si bien existen algunos regímenes voluntarios, actualmente los consumidores no pueden distinguir claramente entre los distintos productos cárnicos y lácteos del mercado sobre la base de las normas relativas al bienestar.»
Y, en este sentido, consideran que «un sistema de tres niveles científico y específico para las especies, a semejanza del que ya es operativo para los huevos y similar al sistema que Alemania aplica a los cerdos, coherente y normalizado en toda la Unión y que parte de requisitos jurídicos mínimos, ofrecería sin duda claridad a los consumidores y los capacitaría».
Además, añaden, «un sistema de etiquetado de este tipo sería más justo para los agricultores, ya que impediría el uso de etiquetas diferentes y engañosas que pueden ocultar o comportar normas en materia de bienestar de los animales distintas y menos estrictas.»
Por último, «un sistema de este tipo daría lugar a una «igualación al alza» y animaría a los agricultores a establecer normas más estrictas en materia de bienestar animal, a fin de clasificar sus productos como productos de máximo nivel y compensar al mismo tiempo el aumento de los costes.»