Un estudio elaborado por La Unió de Llauradors revela que el sistema de alertas europeo (RASFF) ha notificado desde mayo de 2020 hasta el 9 de agosto de este año 478 alertas de frutas y hortalizas procedentes de Turquía, que tenían presencia de residuos de productos fitosanitarios (entre ellos metil-clorpirifos y clorpirifos prohibidos en la UE) o que superaban los límites máximos de residuos (LMR) permitidos en el mercado comunitario.
Casi 500 alertas en un año por productos hortofrutícolas procedentes de Turquía con residuos de fitosanitarios
Por productos analizados, y de mayor a menor número de detecciones, se encuentra en primer lugar los pimientos dulces (con 199 notificaciones), seguidos de las mandarinas (60), limones (38), pomelos (33), naranjas (27) y granadas (10). En total, estos productos representa el 76,78% del total de notificaciones del período analizado.
El Reglamento de Ejecución (UE) 2020/625 de la Comisión de 6 de mayo de 2020, relativo al aumento temporal de los controles oficiales y a las medidas de emergencia que regulan la entrada en la UE de mercancías procedentes de determinados terceros países, entró en vigor el 26 de mayo de 2020 y por lo que se refiere a las producciones procedentes de Turquía (que coinciden con producciones valencianas) denunciaba en varios Considerandos que había que intensificar los controles oficiales de ese país para determinadas producciones como los cítricos –excepto limones– o las granadas, ante nuevos riesgos para la salud humana debidos a una posible contaminación por residuos de productos fitosanitarios.
Para ello se modificó la frecuencia de los controles físicos y de identidad de estas producciones introducidas en la Unión Europea procedentes de Turquía, sin embargo, desde el sindicato agrario valenciano consideran que habría que introducir a los limones en esos controles y denuncian también que pese a aumentar el nivel de control en esas producciones «en un porcentaje que sigue siendo ridículo», lo cierto es que el resultado no ha sido el que cabía esperar y el contenido del Reglamento de Ejecución 2020/625 «no ha disuadido a Turquía en el uso de determinados plaguicidas que pueden poner en riesgo la salud».
Por todo ello, han remitido un escrito al ministro de Agricultura, Luis Planas, para que inicie las gestiones y trámites pertinentes ante la Comisión Europea con objeto de que se modifique el Reglamento de Ejecución (UE) 2020/625 de la Comisión para que se intensifiquen e incrementen los controles oficiales sobre estas producciones procedentes de Turquía.
“Debemos exigir la reciprocidad fitosanitaria, no puede ser que a los productores europeos se les desincentive en el uso de plaguicidas para evitar riesgos a la salud humana y, sin embargo, luego las producciones de terceros países lleguen repletas de esos mismos productos fitosanitarios que nos prohíben emplear a nosotros. El riesgo para la salud de los consumidores europeos es el mismo y hay que actuar de la misma manera”, señala Carles Peris, secretario general de La Unió.