Bruselas pide a los Estados no adoptar medidas descoordinadas que perturben más aún los mercados agroalimentarios de la UE

Bruselas pide a los Estados no adoptar medidas descoordinadas que perturben más aún los mercados agroalimentarios de la UE

La Comisión Europea (CE) ha pedido a los Estados miembros que eviten adoptar medidas descoordinadas, que puedan perturbar los mercados agroalimentarios, afectados por los precios de la energía y los insumos, así como el impacto de la guerra en Ucrania.

El primer encuentro del Mecanismo Europeo de Preparación y Respuesta ante Crisis de Seguridad Alimentaria (MEPRCSA), organizado por la Comisión Europea, reunió este miércoles 9 de marzo a representantes de los Estados miembros y de los grandes grupos de la industria alimentaria.

En la reunión, los participantes destacaron la necesidad de tener un mercado único que funcione y tratar de minimizar las perturbaciones en los mercados», según fuentes comunitarias.

Por su parte, el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, señaló durante la reunión que «existe la tentación de decidir con demasiada rapidez y de forma descoordinada» y consideró que las «posibles restricciones a la exportación presentadas recientemente dentro de algunos países de la Unión Europea son un ejemplo de la acción descoordinada que debemos evitar», indicaron estas mismas fuentes.

Wojciechowski hacía referencia a algunos países, como Hungría, que han decidido restringir las exportaciones de ciertos productos agrícolas, como cereales y oleaginosas, para asegurarse una reserva estratégica propia ante el temor que genera el conflicto en Ucrania.

El comisario alertó sobre que ese enfoque «desestabilizaría los mercados y aumentaría aún más los riesgos».

Las presentaciones de los expertos mostraron que la Unión Europea «no está en riesgo de escasez de alimentos” y que el “impacto inmediato se refiere sobre todo al aumento de los precios en toda la cadena de suministro de alimentos, los flujos comerciales desde y hacia Ucrania y Rusia y su impacto en la seguridad alimentaria mundial», indicaron

La cita abordó, precisamente, el impacto en el sector agroalimentario de la Unión Europea como consecuencia de la invasión rusa, dado que Ucrania y Rusia son proveedores clave, sobre todo en el ámbito de las materias primas (maíz, trigo, cebada, girasol…) para la fabricación de piensos para animales.

Así, señalaron, el 52 % de las importaciones de maíz de la Unión Europea y el 23 % de las importaciones de aceite vegetal, principalmente de girasol, provienen de Ucrania.

Algunos Estados miembros, como España, han pedido ya a la CE que adopte medidas urgentes que aseguren el abastecimiento en el mercado europeo de los productos más afectados, en especial, cereales y oleaginosas.

Este grupo de expertos se volverá a reunir de nuevo el 23 de marzo para empezar a trabajar en la mejora de la preparación de la UE ante las crisis de seguridad alimentaria. Entre otras cosas, se quiere hacer un mapa sobre los riesgos y vulnerabilidades de la cadena de suministro de alimentos de la UE y sus infraestructuras críticas, así como crear un canal de comunicación para el intercambio de información.

Por otro lado, en la reunión de este miércoles 9 de marzo la Comisión Europea reafirmó su compromiso con la estrategia «De la Granja a la Mesa», por una producción y consumo alimentario más sostenible, ante las peticiones de estos días de algunas organizaciones y foros para que se revisen algunos de sus fines o se retrasen sus objetivos, como limitar el uso de abonos y fitosanitarios, así como dejar un porcentaje de tierras en barbecho sin producción, puesto que podrían poner en riesgo la seguridad alimentaria en la Unión.

Dos meses

España tiene aún suficiente stock de cereal para la producción de piensos, destinada a la alimentación animal, pero es necesario «activar compras en países terceros en los próximos 60 días para evitar contratiempos en el abastecimiento, según aseguró el ministro de Agricultura, Luis Planas, en la Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados, cuyo orden del día estuvo protagonizado finalmente por las consecuencias que la guerra en Ucrania está teniendo en el sector agroalimentario.

El ministro expuso ante los diputados la demanda hecha por España para que la UE flexibilice los requisitos de importación de cereales, especialmente el maíz, desde Argentina o Estados Unidos en materia de residuos de fitosanitarios o de Organismos Genéticamente Modificados (OGM).

Informó, asimismo,  que es partidario de suavizar, «durante una o dos campañas», los requisitos de la Política Agrícola Común (PAC) para que tierras en barbecho y de interés ecológico (SIE) puedan ser cultivadas con cereal, aunque ello no cubra del todo la demanda nacional.

En cuanto al abastecimiento de aceite de girasol, Planas negó que ahora mismo haya desabastecimiento, aunque afirmó que «pudiera producirse en el supuesto de que no se efectúen compras en otros mercados».

Además, recordó también que, afortunadamente, nuestro país cuenta con grasas vegetales alternativas, particularmente el aceite de oliva en todas sus categorías.

El ministro señaló que España compra a Ucrania el 27 % de sus necesidades internas de maíz y el 62 % de sus adquisiciones de aceite de girasol, y destacó que Ucrania y Rusia están entre los principales productores y exportadores mundiales de cereales, “lo que ha llevado a una subida de precios tremendamente significativa en el mercado de las materias primas.”

En ese sentido, informó que el trigo ha subido de 185-190 dólares/t a 400 dólares/t; la soja está, de media, por encima de 600 dólares/t, «más del doble de su cotización habitual» y el maíz cotiza a 350 dólares/t, un importe muy superior a los 200 dólares/tonelada de media.

Necesidades alimentarias cubiertas

En su intervención, Planas afirmó  también que “las necesidades alimentarias en nuestro país están plenamente cubiertas en España, algo que es motivo de tranquilidad».


En relación a determinados insumos de producción, como los fertilizantes, Planas recordó que “más del 50 % del aprovisionamiento español es de producción nacional, si bien, eso no quita la idoneidad de debatir sobre los muy altos precios y la disponibilidad de los mismos.

Desde la oposición parlamentaria, le plantearon al ministro si el contexto de guerra actual hace necesario revisar la futura PAC, de cara a suavizar exigencias como las de sostenibilidad medioambiental en las producciones.

En ese sentido, el ministro cree que el reto de alimentar a una población creciente debe afrontarse por la vía de la productividad y de la innovación, sin perjuicio de que, llegado el caso de crisis humanitarias, como la actual, se requieran acciones excepcionales temporales, como la necesidad de poner en producción ahora barbechos y tierras de interés ecológico para incrementar la oferta de materias primas

En el debate, una mayoría de los grupos parlamentarios consideró necesario asegurar la soberanía alimentaria en España y en la UE para ser menos dependientes de los mercados exteriores en estos contextos.

Planas apoyó también este aspecto, porque hay «ciertas vulnerabilidades, hasta el punto de que tendríamos que tener una mayor capacidad productiva en proteína vegetal y en fertilizantes».

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