Cuando las cuotas de producción de remolacha azucarera lleguen a su fin el próximo 1 de octubre de este año, la industria azucarera europea y los cultivadores de remolacha se hallará en una situación completamente nueva, según concluye un dictamen de iniciativa del Comité Económico y Social (CESE) de la Unión Europea.
El CESE pide a Bruselas cautela comercial con el azúcar tras el fin de las cuotas productivas
El éxito o el fracaso de este nuevo desafío, que permitirá a la industria azucarera beneficiarse de una producción ilimitada de azúcar para la exportación y el uso alimentario, dependerá en gran medida de cómo apoye la UE a los transformadores de azúcar de remolacha y a los agricultores de remolacha azucarera europeos.
El Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha aprobado un dictamen de iniciativa sobre «Las transformaciones industriales en el sector de la industria del azúcar de remolacha de la UE» poco antes de la supresión de las cuotas en la producción de remolacha azucarera, el 1 de octubre de 2017.
El fin de las cuotas de producción de remolacha azucarera brindará a la industria azucarera de la UE la posibilidad de exportar azúcar de manera ilimitada. «Se trata de una enorme oportunidad para los productores europeos de azúcar pero, para beneficiarse plenamente de esta liberalización, necesitan todo el apoyo de la Comisión Europea», afirmó José Manuel Roche Ramo, ponente del dictamen del CESE.
«Así pues, es necesario que la Comisión se muestre más activa en su apoyo a la industria azucarera europea», afirmó. «Al negociar acuerdos de libre comercio (ALC), la Comisión debe centrarse en la apertura de los mercados de los importadores netos de azúcar y en la eliminación de los derechos de aduana a las exportaciones de los productos de la UE con alto contenido de azúcar».
Al mismo tiempo, debe respaldar unas sólidas normas de origen para esos productos, a fin de garantizar que los productores de azúcar de la UE se benefician de un aumento de las exportaciones».
«La industria del azúcar de remolacha de la UE contribuye decisivamente a la creación de empleo y a la actividad económica, especialmente en aquellas zonas rurales donde los puestos de trabajo son escasos. Así pues, proponemos incluir herramientas de mercado en la Política Agrícola Común (PAC) que apoyen la continuidad de la producción de azúcar en los Estados miembros de la UE», afirma la co-ponente, Estelle Brentnall.
En este sentido, podría ser necesaria una ayuda asociada para reducir el riesgo de disminución o abandono de la producción de azúcar de remolacha, mientras que las ayudas directas a los agricultores deben complementarse con un mejor acceso a la gestión de riesgos. Debe definirse mejor la ayuda al almacenamiento privado y deben fomentarse salidas alternativas para la remolacha azucarera.
Además, desde el punto de vista medioambiental, la producción de azúcar de remolacha es sostenible: la remolacha azucarera siempre se cultiva en rotación con otros cultivos. La rotación de cultivos contribuye a conservar la fertilidad del suelo y reducir los niveles de agentes patógenos y plagas en la tierra, lo que a su vez disminuye la necesidad de usar productos fitosanitarios.
Los productores de remolacha azucarera suelen estar situados muy cerca de las fábricas transformadoras para reducir los costes de transporte, lo que también resulta beneficioso en términos de CO2.
Liberalización comercial
Asimismo, el CESE pide cautela en relación con la liberalización del comercio en los ALC.
La disponibilidad en el mercado comunitario de azúcar de caña destinado al refinado procedente de los países socios con los que la UE mantiene acuerdos de libre comercio –a saber, América Central, Colombia, Perú, Ecuador y Sudáfrica – ya se eleva a 420 000 toneladas.
El azúcar blanco y en bruto procedente de los países de África, el Caribe y el Pacífico, así como de los países menos desarrollados (PMD), puede importarse libre de derechos y contingentes.
Por otra parte, la disponibilidad anual de azúcar en bruto destinado al refinado al amparo del contingente con derechos reducidos CXL asciende a más de 700 000 t y se prevé que aumente hasta las 800 000 toneladas en el período 2017-2018.
En opinión del CESE, sería aconsejable que la UE fuera más prudente en lo que se refiere a la liberalización del comercio en las negociaciones de nuevos acuerdos de libre comercio (ALC). «La Comisión deberá abordar el azúcar como una cuestión delicada en sus negociaciones sobre libre comercio, manteniendo los derechos aduaneros de la UE sobre este producto».
El CESE pide, en particular, a la Comisión que se oponga a la imposición arbitraria de instrumentos de defensa comercial por parte de los importadores de terceros países y que se muestre más firme en la lucha contra las políticas de ayudas de los principales productores y exportadores de azúcar del mundo que distorsionan el comercio.
Antecedentes
Con una producción anual de unos 17,2 millones de toneladas, la UE es el primer productor mundial de azúcar de remolacha. Las empresas productoras de azúcar compran cada año alrededor de 107 Mt de remolacha azucarera a unos 137 000 cultivadores europeos.
Las fábricas de azúcar de remolacha suelen estar situadas en zonas rurales con bajos niveles de actividad industrial. La industria azucarera de la UE proporciona 28 000 puestos de trabajo directos y 150 000 indirectos, por lo que constituye un importante pilar del empleo regional.
La industria azucarera europea ha experimentado durante la última década una dolorosa fase de consolidación, con el cierre de casi la mitad de sus fábricas de azúcar, lo que ha provocado la pérdida de 4,5 Mt de capacidad productiva, más de 24 000 puestos de trabajo y 165 000 proveedores agrícolas.